En Alcoy se secó el grifo

Tras una época de vacas gordas, llegaron las flacas. Para el Ayuntamiento de Alcoy, que comenzó esta legislatura gobernado por el PSPV (11 concejales) y concluye en coalición con Nova Esquerra (3 concejales), los últimos cuatro años no han sido los más fáciles de pasar. Tras años en que las aportaciones millonarias de la Generalitat eran noticia diaria, se ha pasado a la constante reivindicación por parte de asociaciones culturales y de vecinos en pro del desbloqueo de proyectos de obras pendientes. Uno de los grandes proyectos, presentado en 1994 y que no ha llegado a ejecutarse, es el de la construcción de las circunvalaciones de Alcoy y la vecina Cocentaina con una inversión de 6.900 millones de pesetas. La insistente campaña promovida por el alcalde de la vecina Cocentaina, Josep Marset (PSPV), en reivindicación de la variante que evite el paso de cerca de 30.000 vehículos diarios, atascos de hasta 45 minutos y pérdidas millonarias para las industrias de la comarca, no conmovió en su día a los dirigentes del Ministerio de Fomento. La carretera que sí han podido ver inaugurada los ciudadanos de Alcoy es la comarcal AP3313 que comunica con Banyeres de Mariola, que comenzó a restaurarse en marzo de 1994 con la construcción del túnel de Salt que costó cerca de 1.000 millones de pesetas y fue inaugurado en diciembre del año siguiente por Eduardo Zaplana. El líder regional del PP, en calidad de presidente del Consell, también abrió en octubre de 1996 otras de las magnas obras de la ciudad: la Llotja de Sant Jordi, una sala multiusos subterránea diseñada por Santiago Calatrava y en la que el Instituto Valenciano de la Vivienda invirtió otros mil millones de pesetas y cuya apertura fue largamente solicitada por los colectivos locales. Fue éste el último gran proyecto que vio la ciudad en marcha ya que con el cambio de gobierno autonómico se cerró el grifo en Alcoy. El centro de educación ambiental del parque natural de la Font Roja sobre un proyecto del prestigioso biólogo Ramón Folch, el Auditori obra de Javier Feducci, el puente entre Viaducto y la Zona Nord de Santiago Calatrava, la remodelación del Hospital Civil Oliver de Carlos Merí, el encauzamiento de los ríos son algunos de los grandes planes presentados hace más de cuatro años que siguen sin ver la luz. La sequía movió al consistorio a confeccionar en 1996 un documento de prioridades consensuado por los tres grupos municipales (PSPV-EU, y PP en la oposición con 10 concejales) con la lista de proyectos que necesitaba la ciudad. La reducción de las aportaciones económicas a la ciudad, la retirada de ayudas para el transporte universitario, entre otras, y la necesidad de hacer frente a gastos como el traslado de residuos sólidos a otras localidades, se tradujo en un importante déficit en las arcas municipales que sacó a la luz en 1996 un remanente negativo de tesorería de 581 millones de pesetas. El gobierno municipal trató de enjuagar este déficit con la venta de viviendas e inmuebles y la adquisición de un préstamo de 185 millones de pesetas. Es anecdótico, pero el ayuntamiento también llegó a subir a 200 pesetas el precio de las sesiones del Belén de Tirisiti, que desde tiempos inmemoriales venía costando un duro a los alcoyanos. La agonía económica se extendió a la esfera empresarial y forzó en febrero de 1997 a la dimisión a seis directivos del Centro Europeo de Empresas Innovadoras (CEEI), entidad adherida al Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa (Impiva) de la Consejería de Industria. Los directivos del Instituto Tecnológico del Textil de Alcoy (Aitex), que como el CEEI también se gestó durante el gobierno socialista también ha tenido dificultades a la hora de cuadrar sus presupuestos ante la reducción de ayudas por parte de la consejería que dirige Diego Such. La última batalla, entre el Ayuntamiento y la consejería de Industria, se desató por la adjudicación del servicio de instalación y explotación del gas ciudad que hoy aún sigue pendiente de resolución judicial del Tribunal Superior de Justicia valenciano. Allí llegó tras que Industria, a instancias de Cegas iniciase en febrero de 1998 un proceso para recuperar el servicio alegando "incumplimiento de plazos" en la adjudicación de Alcoy.