Un joven con síndrome de Down muere tras un simulacro de incendio

Un joven afectado por el síndrome de Down falleció el domingo en Motril (Granada) tras permanecer nueve días hospitalizado a causa del humo que inhaló durante un simulacro de incendio en un colegio de educación especial. El humo procedía de dos botes de los que utilizan las fuerzas antidisturbios y fue abierto por un agente en el interior del centro. La subdelegación del Gobierno declinó cualquier responsabilidad.

Francisco Jiménez Fernández, de 21 años, permaneció dentro del colegio, encerrado en un retrete, sin que nadie lo advirtiera. En un aseo contiguo fueron abiertos los botes. El fallecido sufría insuficiencia cardiorrespiratoria. Los bomberos lo encontraron al concluir el simulacro con graves dificultades para respirar.El Ayuntamiento de Motril, que participó con una unidad de bomberos, aclaró ayer que todos los detalles de la prueba fueron preparados por el centro escolar.

El subdelegado del Gobierno en Granada, Julián Urbano, precisó que la policía se limitó a enviar a un artificiero provisto de dos botes de humo "inocuo" -no del tipo lacrimógeno- que fueron abiertos en el lugar que indicaron los responsables del colegio, el aseo de mujeres. Urbano eludió opinar sobre el peligro que conlleva usar un bote de humo en un lugar cerrado. "El policía pensó que los organizadores estaban suficientemente capacitados y se limitó a obedecer", señaló Urbano.

Los bomberos llegaron al colegio hacia las 11 de la mañana del 28 de mayo para participar en la extinción del incendio simulado. A esa hora estaba previsto que todos los alumnos del centro estuvieran concentrados en el exterior.

Sin embargo, nadie advirtió que Francisco Jiménez se había quedado rezagado. Tras sofocar el fuego simulado y atender a tres falsos heridos, los bomberos realizaron "un rastreo protocolario" en el centro y allí encontraron "fuera de previsiones" al joven, que ayer fue enterrado.