Los principales líderes de la Alianza pronostican el inminente final de la guerra
"Estoy ansioso por terminar el bombardeo", dijo ayer Bill Clinton en una confesión pública de su alivio por la aceptación yugoslava de la propuesta de paz presentada por el ruso Víktor Chernomirdin y el finlandés Martti Ahtisaari, y anticipando que el fin de la guerra de Kosovo es inminente. No es el único; el canciller alemán, Gerhard Schröder, dijo ayer que se ha disminuido la intensidad de los ataques, y el presidente francés, Jacques Chirac, mostró junto a los otros líderes europeos su deseo de un rápido final de las hostilidades.
Clinton, que contemplaba como una verdadera pesadilla la posibilidad de que Kosovo se convirtiera en un Vietnam justo al final de su presidencia, conversó ayer por teléfono con el finlandés Ahtisaari, quien le informó de todos los detalles del acuerdo. A partir de ese instante, el tono de Clinton se volvió mucho más optimista. El presidente de la potencia que encabeza la campaña aérea contra el régimen de Slobodan Milosevic expresó, no obstante, su desconfianza respecto a la seriedad del líder yugoslavo. "He tenido que tratar con él durante seis años y le he visto romper todos los acuerdos menos uno, el de Bosnia, donde tenemos una fuerza militar", dijo. "Me sentiré mucho mejor cuando tenga pruebas de que se produce una retirada real serbia y de que nosotros estamos entrando en Kosovo".Pero la confesión de la "ansiedad" de Clinton por terminar los bombardeos, realizada en una entrevista con la cadena de televisión ABC, despertó ayer el sentimiento de que, una vez producido el encuentro de hoy en la frontera de Kosovo de militares de la OTAN y rusos con yugoslavos, la orden de decretar una pausa en los bombardeos puede ser cuestión de horas o días.
Clinton señaló que no será menester esperar a la retirada total de los serbios; bastará la comprobación clara de que ha comenzado. Eso, dijo, "puede suceder bastante pronto". El no tener que recurrir a una ofensiva terrestre para doblegar a Milosevic representa un alivio para un Clinton que jamás deseó esa opción y que ha visto cómo la guerra provocaba el rechazo del Congreso, no despertaba entusiasmo popular -sólo la apoyaba el 49% en la última encuesta USA Today-CNN-Gallup- y erosionaba la aprobación de su trabajo como presidente dejándolo en un 53%, el nivel más bajo en tres años.
Cuando comience esa retirada, Clinton podrá proclamar, con bastante razón, lo que ayer anticipó: "Nuestros objetivos han sido alcanzados". La capitulación de Milosevic será una victoria para un presidente sometido en los últimos 72 días a fuertes críticas por su manera de conducir la campaña militar.
Clinton insistió ayer en que el reciente procesamiento como criminal de guerra de Milosevic no forma parte del acuerdo alcanzado en Belgrado. Y recordó que la permanencia o no de éste en el poder jamás formó parte de los objetivos de la OTAN. "Ese asunto queda abierto. Está sometido a la jurisdicción del Tribunal Penal Internacional, lo que significa que cualquier país que coopere con Naciones Uniones tiene la obligación de detenerlo y entregarlo".
Sandy Berger, consejero nacional de Seguridad, informó de que, a partir del momento en que comience a aplicar el acuerdo, Milosevic tiene 48 horas para desactivar sus defensas antiaéreas y siete días para retirar sus tropas de Kosovo. William Cohen, secretario de Defensa, añadió que las fuerzas estadounidenses que formarán parte del contingente de pacificación están listas para entrar en el terreno "en cuestión de días". EE UU aportará 7.000 soldados al contingente multinacional de 50.000 previsto.
El canciller federal alemán, Gerhard Schröder, que se enfrentó también a una fuerte oposición interna por los bombardeos, se mostró ayer optimista. "Todos hemos constatado con satisfacción que se dibujan perspectivas realistas de paz, y queremos que se acelere esa dinámica".
Menos bombas
"Las próximas semanas serán cruciales para estabilizar la situación", dijo Schröder, pero "hay que trabajar sin retrasos y sin descanso porque se acerca el invierno y habrá que construir techos para los refugiados; no podemos perder ni un minuto". A la pregunta de si iban a continuar los bombardeos, respondió: "La desaceleración ya ha empezado, pero les recuerdo que el documento [de Milosevic] indica que el cese de bombardeos se producirá sólo después y como consecuencia de la retirada de sus fuerzas de Kosovo".El presidente francés, Jacques Chirac, que también se encuentra en la cumbre de Colonia de la Unión Europea, mostró su esperanza de un rápido final de las hostilidades. El primer ministro británico, Tony Blair, además de compartir las palabras de los demás, recordó que los términos del acuerdo alcanzado estaban sobre la mesa desde el comienzo y que, por tanto, es la responsabilidad de Milosevic todo lo ocurrido a continuación.
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