Los expertos creen que un túnel unía el Alcázar con la iglesia donde yace Velázquez
Los trabajos arqueológicos que se llevan a cabo en la iglesia de San Juan, templo donde fue enterrado Velázquez en 1660, van revelando poco a poco los secretos de esta edificación levantada a finales del siglo XII. Los arqueólogos de la Consejería de Cultura, que excavan la plaza de Ramales, han hallado una galería que enfila hacia el Palacio Real. Se trata, según las primeras hipótesis, de un túnel para urgencias (por ejemplo, un ataque enemigo).
La iglesia de San Juan, templo del que se tiene constancia documental desde 1202 -aunque seguramente fue levantada antes de esa fecha-, contaba con una de las torres más altas de Madrid. Este hecho, según fuentes de la Consejería de Cultura, le podía conferir un carácter marcadamente militar. "Estamos hablando de una época en la que los ejércitos cristiano y musulmán mantenían fuertes enfrentamientos en el centro peninsular. Una iglesia de este tipo podía ser perfectamente utilizada como fortificación en caso de ataque enemigo. Si tenemos en cuenta que el alcázar cristiano estaba cerca, lo lógico es que entre ambas edificaciones existiese algún tipo de conexión. El túnel encontrado podía ser una galería de emergencia", señalan.Ayer, los técnicos de Patrimonio desescombraron también la zona que une la planta de la iglesia -de la que se ha encontrado parte de su pavimento intacto- con la citada galería. Entre el templo y el subterráneo se distinguen los restos de una escalera de piedra de la que el día anterior sólo se tenían indicios. Tanto el número de sus peldaños -ya son visibles tres- como su altura son aún una incógnita.
Sobre este mismo suelo se descubren, asimismo, los restos de un arco de ladrillo, previsiblemente el que cubría la entrada a la escalera y al posterior túnel.
Los arqueólogos regionales hallaron además un horno musulmán, fuera de los muros del templo de San Juan. Junto al hogar árabe fueron descubiertos pequeños trozos de cerámica que serán estudiados posteriormente.
Estos descubrimientos están obligando a los técnicos a replantearse sus conocimientos sobre el templo. Los únicos planos existentes (siglo XVII) no coinciden con lo hallado.
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