Los líderes europeos nombran a Solana 'mister PESC', el 'ministro' de Exteriores de la UE
ENVIADO ESPECIALEl secretario general de la OTAN, el español Javier Solana, será el próximo secretario general del Consejo de Ministros de la Unión Europea, cargo que automáticamente supone ser el primer alto representante de la política exterior y de seguridad común de la UE, más conocido como mister PESC. Éste es un puesto de nueva creación nacido del Tratado de Amsterdam, con el objeto de que Europa hable ante el mundo "con una sola voz". Solana llega al cargo de mayor proyección política de la UE gracias al impulso de los pesos pesados (Berlín, Londres y París) y simplemente sin la oposición del Gobierno español, que se sumó en el último minuto al consenso general.
El mismo día en que la OTAN conseguía la capitulación de Slobodan Milosevic, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE acordaban que Solana sea el próximo ministro de Exteriores de la Unión, y que pilote la coordinación de la futura organización de seguridad y defensa de Europa. El Consejo de Asuntos Generales (ministros de Exteriores) traducirá este acuerdo en nombramiento formal el día 21 y determinará la fecha en que Solana entrará en funciones en su nuevo puesto, con objeto de permitirle acabar las tareas pendientes derivadas del conflicto de Kosovo.La candidatura de Solana fue consensuada ayer noche durante la cena de los jefes de Estado y de Gobierno, reunión en la que también se nombró secretario general adjunto del Consejo al embajador representante permanente de Francia ante la UE, Pierre de Boissieu. El nombramiento de Solana reduce las posibilidades de que Pedro Solbes puedar conseguir la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI), ya que es tradición de que dos personalidades del mismo país no copen un paquete de nombramientos. El puesto se cubrirá bajo presidencia finlandesa, el próximo semestre. Pero para entonces, probablemente Solbes no estará disponible, pues es el primer candidato a formar parte de la nueva Comisión, cubriendo el puesto que corresponde a la oposición.
La candidatura de Solana había recogido durante la noche del miércoles, el apoyo de los principales líderes socialistas europeos que, como es costumbre, se reunieron la víspera de la cumbre para analizar y debatir políticas comunes. El secretario general de los socialistas españoles, Joaquín Almunia, pudo comprobar personalmente en el hotel Renaissance de Colonia el prestigio político y personal de su compañero de partido y actual secretario general de la OTAN, que ha tenido que pilotar a la Alianza Alántica durante una de las crisis más graves de su historia.
El canciller alemán, Gerhard Schröder, que ejerció como anfitrión, explicitó al resto de los dirigentes socialistas (que están presentes en 12 de los 15 Gobiernos de la Unión) su voluntad de que fuera Solana el que ocupara el cargo de mister PESC. El primer ministro británico, Tony Blair, su principal impulsor, no sólo apoyó la candidatura de Solana, sino que elogió su trayectoria y su gestión política al frente de la Alianza. De forma similar hablaron los representantes de los partidos socialistas de Italia y Francia, en una sucesión generalizada de apoyos. La candidatura de Solana sólo encontró matices en el primer ministro griego, Costas Simitis, y en el sueco, Göran Persson. Sus objeciones, más de forma que de fondo, tenían que ver con el calendario. Para un país neutral como Suecia, el nombramiento de Solana en plena campaña de las elecciones al Parlamento europeo parecía poco apropiado y se mostraba favorable a que se realizara una vez pasado el 13 de junio.
El Gobierno de José María Aznar se ha visto sorprendido por la amplitud de los apoyos recibidos por Solana en la UE y ha asumido como inevitable su nombramiento.
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