174 países debaten la prohibición de la esclavitud laboral infantil
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) inauguró ayer en Ginebra su Conferencia Internacional, cuyo principal objetivo es adoptar un nuevo Convenio que proscriba las "peores formas" de trabajo infantil, entre ellas la esclavitud laboral, la utilización de niños en la prostitución y tráfico de drogas, y todo empleo que suponga una amenaza para la salud, seguridad o moralidad de los menores. La conferencia reunirá a 3.000 participantes, entre ministros y delegados gubernamentales, sindicales y patronales de los 174 países de la OIT.La OIT estima en unos 250 millones de menores de 14 años los que trabajan en el mundo, de ellos 120 millones a jornada completa: de 50 a 60 millones serían niños de 5 a 11 años.
Según la OIT, la explotación sexual de los menores "está empeorando", y encuentra una nueva vía en Internet. Se agrava también la venta internacional de niños "a cargo de redes".
Las ONG participantes en la Marcha Mundial contra la Explotación Laboral de la Infancia pidieron ayer en Ginebra que la conferencia incluya en las "peores formas de trabajo infantil" los trabajos que obstaculicen el acceso del menor a la educación básica. Además, llaman la atención sobre la dura situación de las niñas, sobreexplotadas dentro y fuera de casa, y sobre los niños soldado.
La reunión se clausura el día 17 y se espera para el 16 la intervención de Bill Clinton, que hará escala en Ginebra en el marco de una gira europea con ocasión de la cumbre del G-8 (países más industrializados). Otra voz importante será la del último premio Nobel de Economía, Amartya Sen, un día antes que Clinton.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.