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Reportaje:

Los inciertos parques temáticos

Son la penúltima iniciativa de las autoridades para la creación de empleo y la atracción de visitantes, siguiendo la estela del resto de España, donde funcionan o están en marcha una decena de ellos. Esta legislatura ha servido para el desarrollo en el País Vasco de los proyectos de parques temáticos, espacios de grandes dimensiones pensados para que las familias disfruten juntas de su tiempo libre. Su puesta en marcha deberá esperar, sin embargo, a los próximos cuatro años. Barakaldo, en Vizcaya, y Vitoria son los dos proyectos con visos de realidad. En Nanclares de la Oca, en Álava, existe una iniciativa similar, aunque más alejada del concepto de parque temático: combina un marcocentro comercial con actividades de ocio, como bares, discotecas o cines. El de Vitoria es el más avanzado. La pasada semana se presentó el estudio preliminar del proyecto de un parque temático medioambiental, que se ubicaría en la periferia de la ciudad, con el objetivo de ser uno de los cuatro más grandes de España, por detrás de Port Aventura, la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia e Isla Mágica, en Sevilla. La inversión prevista es de 35.000 millones de pesetas (210,3 millones de euros), de los que una tercera parte, 12.000 millones, debería requerir una financiación pública. Instalado sobre una zona de 22 hectáreas, giraría sobre la idea del ciclo de la vida y baraja atraer entre 225.000 y 250.000 visitantes el primer año. "Nuestra apuesta es la de entrar en el circuito de parques europeos, junto con Port Aventura, Futuroscope, Eurodisney", señala el concejal de medio ambiente de Vitoria, José Antonio Pizarro (UA), quien ha urgido a la próxima corporación a decidirse sobre su contrucción antes de final de año. En Vizcaya el asunto está menos avanzado. La sociedad Bilbao Ría 2000, encargada de los proyectos de revitalización urbanística en el área metropolitana, tiene reservados un área de 63.000 metros cuadrados al borde de la ría del Nervión, en los terrenos que ocupaba Altos Hornos de Vizcaya (AHV) en Barakaldo. La idea inicial era habilitar un parque dedicado al medio ambiente, con 12 pabellones temáticos, un parque de atracciones y una aldea de ONG, en el que las instituciones tendrían que aportar 4.000 millones de los 11.000 previstos. La necesidad de financiación pública y los deseos del Ayuntamiento de Barakaldo de crear una infraestructura que cree empleo y genere riqueza frustraron las previsiones. Ahora se trabaja en un estudio de viabilidad para un parque temático recreativo que genere entre 3.000 y 5.000 millones anuales de ingresos y proporcione cerca de 350 empleos. Dudoso futuro Pese a las grandes cifras, el futuro de estas iniciativas, que para las autoridades son tan apetecibles como lo era una fábrica de Seat hace 30 años, no está asegurado. "Esto es como lo de los cementerios privados. Parecía que iba a ser el furor y no se ve ninguno. En España funciona Port Aventura y poco más", señala un alto cargo institucional vizcaíno. A su juicio, estos proyectos son una opción más para generar riqueza "pero va a ser menos de lo que todos deseamos. No van a tener el tirón que piensa la gente". En Guipúzcoa no existe ningún proyecto para crear un parque temático, ni siquiera figura entre las reclamaciones electorales de los partidos políticos, informa Mikel Ormazabal. Las inversiones se orientan en este territorio en otra dirección, más modesta y especializada. En marzo del 2000 se inaugurará el Museo de la Ciencia en el Parque de Miramón, en San Sebastián. Se trata de un proyecto promovido por la asociación de profesores universitarios Zientzia 21, entre los que se encuentra el prestigioso físico Pedro Miguel Etxenike. La entidad financiera Kutxa asume el coste de 2.000 millones de pesetas y también soportará los 200 millones anuales en que se ha cifrado su déficit de explotación. Será un recinto dedicado a la divulgación y se ha concebido como un espacio interactivo donde el visitante participe activamente en sus atracciones.

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