Cristina Almeida promete crear 25.000 empleos más que Ruiz-Gallardón
Cristina Almeida, candidata del PSOE-Progresistas, presentó ayer su programa con un marcado acento social: calendario laboral de 35 horas semanales; creación de 250.000 empleos estables (25.000 más que los prometidos por Ruiz-Gallardón); 50.000 viviendas de protección oficial, 20.000 de ellas en la próxima legislatura; 15.000 de alquileres inferiores a 40.000 pesetas mensuales, y seis nuevos hospitales. "No voy a ser como Antoñita la Fantástica, que promete lo que no puede cumplir", dijo en referencia a Ruiz-Gallardón.
Cristina Almeida, que presentaba oficialmente el programa de PSOE-Progresistas, dejó ayer por un momento el tono coloquial de otras ocasiones y adoptó ademanes de gestora, con la lección programática muy bien aprendida. Brindó un aluvión de datos dentro de un conjunto de proyectos de alcance social, que supo enhebrar en un discurso con el acento situado sobre lo que considera el interés público.En lo que constituyó una defensa cerrada del trabajo - "nos movemos en un horizonte de pleno empleo", subrayó- anunció que, si gana las elecciones y dentro de un Plan Cuatrienal a modo de Plan Prisma, impulsará la creación de 250.000 puestos de trabajo "estables y de calidad"; en el plan propuesto "se explorarán, asimismo, los yacimientos de empleo, y se estimulará la financiación de iniciativas orientadas al autoempleo", añadió.
Abundando en este ámbito, Almeida dijo que "el desempleo no es una cifra, sino un drama social al que hay que poner nombres y apellidos, de hombres y de mujeres". Puntualizó que "una cosa es el empleo y otra el trabajo estable", y anunció su propósito de incentivar la formación de los que más sufren los efectos del paro, "jóvenes, mujeres y desempleados de larga duración", según enunció. La candidata se comprometió a diseñar un Plan Estratégico para la Formación Profesional de las Mujeres.
Almeida asumió el compromiso de construir 50.000 viviendas de protección oficial en dos tramos, 20.000 de ellas en la legislatura entrante, y el resto, en la siguiente. Trazó una política de alquileres de viviendas -que cifró en 15.000- con pagos no superiores a las 40.000 pesetas mensuales para paliar el déficit en este sector, "donde muchos planes generales de Urbanismo se han modificado para construir, pero sólo con criterios especulativos", puntualizó.
Por otra parte, señaló que creará un foro por la inmigración que recoja la creatividad que considera patrimonio propio de la multiculturalidad que hoy existe en Madrid. Avanzó un proyecto de reconversión de la Agencia Antidroga en un Instituto Madrileño para la Intervención de Adicciones, que incluya el tratamiento del alcoholismo y las ludopatías.
En los transportes destacó su propósito de trazar un plan de remodelación de las estaciones de metro, "para que los mayores y los discapacitados no tengan que recorrer las enormes distancias que hoy han de cubrir, ya que se ha dado prioridad a la (mera) ampliación de líneas", dijo en referencia al Gobierno regional. Propugnó el cierre de la línea de tren C-5, que una Fuenlabrada con Móstoles, y la terminación de la M-50, que vincule las carreteras nacionales I y VI, y de la M-45. Sobre el nuevo aeropuerto no fijó su emplazamiento, pero postuló que se atenga "a criterios de respeto vecinal y medioambiental". En cuanto a la sanidad propuso la construcción de seis hospitales en zonas con carencias asistenciales (Carabanchel, Valdebernardo y Aranjuez, entre otras). Sobre educación habló de cien nuevos colegios infantiles, con la introducción de un idioma extranjero obligatorio desde los tres años, y nuevos institutos de secundaria. De la financiación de estos planes dijo: "Primero se cambia el sentido de los vigentes, y luego, desde el Gobierno, se cuantifican".
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