La Ertzaintza detiene en Madrid al presunto asesino de la abogada Interior asegura que todos los indicios apuntan al arrestado
Efectivos de la Ertzaintza detuvieron a media de tarde de ayer en Madrid a un varón de mediana edad como presunto autor del asesinato de la abogada Begoña Rubio Rubio, degollada en su despacho en Vitoria a última hora del pasado lunes. La consejería de Interior difundió al final de la tarde de ayer una nota en la que señalaba que agentes de la policía vasca oficiados por el juzgado de la capital vitoriana que investiga el caso, el de Instrucción número 3, habían arrestado en Madrid a la persona "a la que todos los indicios apuntan como culpable de la muerte de la abogada". Interior no ofreció la identidad del detenido ni más precisiones sobre las líneas de investigación seguidas y los datos de que dispone en contra del mismo. El arresto se produjo hacia las cuatro de la tarde de ayer gracias a las investigaciones desarrolladas por la Ertzaintza desde el momento del crimen. El sospechoso fue trasladado a dependencias del Cuerpo Nacional de Policía en Madrid a la espera de que el juez ordene su traslado a dependencias de la Ertzaintza en Vitoria para, posteriormente, pasar a disposición judicial. Fuentes policiales consultadas en Madrid señalaron que no tenían más datos del arresto. El cadáver de Begoña Rubio Rubio, de 28 años, fue encontrado en un charco de sangre en la madrugada del pasado martes por su padre, quien acudió hasta el despacho que la letrada tenía abierto en la calle Siervas de Jesús de la capital alavesa extrañado por la tardanza de su hija y porque no atendiera las llamadas telefónicas. El cuerpo de la letrada estaba tendido ante su mesa de trabajo y presentaba un profundo corte en el cuello realizado con un cuchillo o algún otro instrumento cortante y varios cortes más en el pecho y en una pierna. Tenía la camisa abierta y las medias bajadas, aunque hasta el momento no se ha aclarado si fue atacada sexualmente, a la espera del resultado de los análisis de los forenses de la Audiencia de Vitoria. El criminal usó guantes, según los investigadores, que no encontraron huellas dactilares en el lugar del asesinato. La letrada llevaba en los últimos tiempos varios casos de violación que la tenían "agobiada", según había comentado a varias personas próximas. También ejercía como representante en Álava de la asociación Clara Campoamor, que defiende a mujeres y niños maltratados. El de Begoña Rubio es el séptimo crimen ocurrido en 16 meses en la capital alavesa, tres de los cuales aún permanecen sin resolver.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.