París y Bonn proponen una reunión urgente del G-8 para evaluar la postura de Milosevic

El primer ministro francés, Lionel Jospin, y el canciller alemán, Gerhard Schröder, ven "signos positivos" en la declaración del viernes de Slobodan Milosevic, quien aceptó los principios generales del plan de paz del Grupo de los Ocho (los siete países más industrializados y Rusia). Este aparente cambio de estrategia de Belgrado dominó gran parte de la segunda jornada de la cumbre franco-alemana de Toulouse. Ambos Gobiernos acordaron proponer la celebración de una reunión urgente del G-8 para evaluar en el plazo más breve posible el alcance real de la declaración de Belgrado y actuar en consecuencia.

"Francia y Alemania consideran necesario apreciar si el contenido de la declaración de Belgrado responde a un interés por desembocar en un arreglo político conforme a los principios que nosotros defendemos", reza el comunicado conjunto emitido al término de la 73ª cumbre franco-alemana. Aunque el párrafo está inspirado en la prudencia, obligada cuando se trata del líder yugoslavo, las reacciones del presidente Jacques Chirac; del primer ministro francés, Lionel Jospin, y del canciller alemán, Gerhard Schröder, muestran que existe esperanza de lograr una salida diplomática al conflicto.Jospin fue quien puso más énfasis en no pasar por alto la posibilidad de un cambio de posición de Milosevic. Igual que Chirac y Schröder, el primer ministro francés dijo que era necesario extremar la prudencia, pero también previno contra el exceso de pesimismo o contra esa idea tan extendida de que todo lo que procede de Belgrado es una trampa.

Jospin considera que la declaración del Gobierno yugoslavo es cualitativamente "diferente" a las precedentes. "Ahora, de lo que se trata es de comprobar la sinceridad de esa actitud, si las palabras tienen su confirmación en los hechos". Chirac, por su parte, recordó que Milosevic carece de margen de maniobra negociador.

La 73ª cumbre franco-alemana de Toulouse no pasará a la historia por su aportación al Pacto de Empleo europeo -que era uno de los asuntos previstos-, pero sí por el impulso dado a la construcción de lo que se llama "la identidad de defensa europea". Tras consultar con sus socios en el Eurocorps (España, Bélgica y Luxemburgo), París y Bonn acordaron ayer proponer al Consejo Europeo de Colonia del 3 y 4 de junio que ese cuerpo militar sea el embrión de las futuras fuerzas de intervención europeas.

"Estamos convencidos de que el nuevo contexto estratégico debe conducirnos, junto a nuestros otros tres socios del Eurocorps, a adaptar esta unidad multinacional, y de forma prioritaria su estado mayor, para que constituya en el futuro un cuerpo de reacción rápida europea", se dice en el comunicado conjunto. Fuentes diplomáticas francesas indicaron a EL PAÍS que el acuerdo franco-alemán "no se ha hecho al margen de los ingleses, pero sí sin los ingleses", lo que viene a significar que la entrevista que Jospin y Tony Blair mantuvieron el jueves en París no ha permitido allanar todas las diferencias, por lo que es posible que éstas afloren en el Consejo Europeo de Colonia.

Ambos países proclamaron su "determinación a contribuir con todo su peso a que la Unión Europea se dote de los medios necesarios para decidir y actuar frente a las crisis. Estamos decididos a crear las condiciones necesarias para alcanzar ese objetivo. Tales son los propósitos que deberán animar la integración de la UEO [Unión Europea Occidental] en la Unión Europea".

"En este contexto", se indica, "fortaleceremos nuestra cooperación para armonizar las necesidades operacionales, sobre todo en lo que se refiere a la planificación del desarrollo en común de los materiales armamentísticos". Por encima del lenguaje, a veces farragoso, está claro que Francia y Alemania dieron ayer un paso notable en la tarea de construir la Europa de defensa.

Dar papel a la ONU

Por deseo expreso de la delegación francesa, el comunicado refleja, de manera implícita, el propósito de marcar distancias con la OTAN. "Puesto que el Consejo de Seguridad asume la responsabilidad primordial en el mantenimiento de la paz y seguridad internacional, nosotros estamos decididos a dar todo su papel a las Nacional Unidas".

Sin llegar a aceptar la propuesta de Francia, mucho más ambiciosa en el terreno del Pacto de Empleo europeo, Alemania estuvo de acuerdo en Toulouse en profundizar y concretar las medidas para la creación de empleo. Durante la conferencia de prensa que clausuró la cumbre bilateral, el canciller alemán insistió en la idea de que el pacto europeo no sustituye los planes nacionales.

El propio Jospin admitió que la propuesta francesa de fijar objetivos, "evaluables" en una conferencia anual de empleo, no concita hoy por hoy todas las adhesiones comunitarias. Indicó, eso sí, que en Colonia habrá que trabajar sobre la armonización de la fiscalidad y sobre la idea de crear una directiva orientada a reducir la presión del IVA en todos aquellos servicios que no están sujetos a la competencia internacional.