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CULTURA EDITAN EL "MANUSCRITO CUERVO" | VALENCIA

Estudiantes valencianos rinden tributo a Max Aub en la fundación de Segorbe

Casi un millar de alumnos de secundaria procedentes de 11 institutos valencianos acudieron ayer a descubrir la figura de un escritor muerto en su exilio de México. El encuentro de estudiantes con la figura de Max Aub, que se desarrolla por séptimo año consecutivo, sirvió para que durante ocho horas este grupo de jóvenes de edades entre los 14 y los 17 años vivieran una jornada lectiva dedicada a ese dramaturgo vinculado con Valencia.

La estancia en la capital del Alto Palancia incluyó tertulias con escritores de renombre como Juan Madrid, Javier Macua o Andreu Martín, proyecciones de cine, lecturas poéticas, representaciones teatrales y la presentación de un libro, el último que edita la Fundación Max Aub: Manuscrito cuervo. Historia de Jacobo. "Imaginar que en vez del plato de paella que os ha dispuesto la organización tuviérais ante vosotros pan duro, agua y alambradas", espetó a los estudiantes José María Naharro-Calderón, autor del epílogo del libro. Este profesor de la Universidad de Alcalá de Henares les dijo que lo que le ocurrió a Max Aub hace 60 años, su paso por campos de concentración, "ocurre hoy en Kosovo, a dos horas de vuelo en avión". Manuscrito cuervo es otro de los ejemplos de cómo influyó en Max Aub su condición de refugiado y perseguido casi perenne. El narrador de la obra, escrita en 1932, es un cuervo que, dotado del don de la palabra, analiza el universo humano desde la lógica de un animal irracional. La Fundación Max Aub instauró un premio de relatos, a cuya décimotercera edición, que se falla esta noche, se han presentado 1.250 originales de todo el mundo. De esta forma nació una estrecha relación entre este autor maldito y la capital de la comarca del Alto Palancia. La semana cultural dedicada a Max Aub contempla, además de la velada literaria de esta noche, la presentación el próximo miércoles de una nueva biografía y análisis de su condición literaria, a cargo de Ignacio Soldevilla. Entre las nuevas actividades impulsadas por la Fundación Max Aub figura el taller de escritura, que acaba de concluir, ideado por el escritor malagueño Juan Madrid. Los 20 alumnos de ese curso, impartido por cinco reconocidos escritores, verán editados ahora sus relatos surgidos de este curso en una publicación de la Fundación Bancaja.

Tres alquerías de Valencia ubicadas en el límite con el término de Tavernes Blanques y protegidas en el Plan General se han salvado del derribo in extremis. La empresa Rosal,SL, del grupo Lladró, pretendía derribarlas, para lo cual solicitó licencia. El servicio de Disciplina Urbanística no puso objeciones inicialmente, aunque tras un informe de los técnicos que constataba la catalogación de las alquerías optó por consultar con Planeamiento. Éste, sorprendentemente, informó que en el plan parcial, aprobado en 1996, "no consta referencia alguna a elementos objeto de protección", obviando que en el Plan General vigente sí aparecen. A la vista de tales contradicciones, se decidió consultar con Patrimonio, que manifestó su "preocupación ante el posible error que se haya podido producir en relación con la protección de las alquerías" y recomendó estudiar la posibilidad de "compatibilizar" el proyecto con el mantenimiento de los edificios. Diez días más tarde, y después de que los socialistas se interesaran por el expediente, el delegado de Urbanismo pidó a Rosal,SL que formulara una propuesta para solucionar la cuestión. La empresa contestó un día después pidiendo que se suspendiera la tramitación del expediente de derribo.

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