El polémico "efecto Iglesias"

El Consell acaba el curso con matrícula en marketing comercial. Ningún gobierno valenciano ha organizado tantas misiones comerciales como el que preside Eduardo Zaplana ni ningún otro ha tenido al cantante Julio Iglesias como reclamo. La contratación del cantante como embajador de lujo de la Generalitat por 375 millones de pesetas ha sido, sin duda, la madre de todas las polémicas. La resistencia del consejero de Empleo, Industria y Comercio de la Generalitat, Diego Such, a rendir cuentas a la oposición sobre las condiciones del contrato no ha hecho más que avivar la disputa política, que ha llegado hasta el Congreso de los Diputados. En este cruce de acusaciones se ha cuestionado incluso que el cantante, residente en Miami, haya tributado en España por este contrato, sufragado con dinero público. En su defensa, la Generalitat asegura que el artista ha cumplido sus obligaciones con Hacienda al desembolsar 93.750.000 pesetas. La promoción de azulejos, juguetes y textiles valencianos se ha visto inevitablemente mezclada con la vida privada del artista. Julio Iglesias ha sido la estrella de las misiones comerciales organizadas por el Instituto Valenciano de la Exportación (Ivex) a Japón, China, Rusia, Chile, Argentina, México y EE UU. Dos de los conciertos contratados nunca llegaron a celebrarse y el último, celebrado en México D.F., cosechó duras críticas en la prensa de aquel país. La polémica ha trascendido los círculos políticos y se ha trasladado también al mundo empresarial, donde ha sido ampliamente discutido el beneficio del efecto Iglesias sobre la exportación valenciana. En una encuesta realizada hace un año por una publicación especializada, los empresarios valencianos exponían sus dudas acerca de lo certero de la acción. No se han hecho más estudios. La disputa amenaza con continuar durante la siguiente legislatura si el PP renueva su mayoría en las Cortes Valencianas. El presidente de la Generalitat ya ha anunciado que habrá un nuevo contrato para el cantante gallego, pero las condiciones no se desvelarán hasta después de las elecciones del 13 de junio para eludir cualquier crítica. Las dos únicas incógnitas pendientes de despejar son las acciones que desarrollará el cantante, residente en Miami, y cuáles serán sus honorarios.