"No me puedo permitir defraudar a nadie"

"Responsabilidad". En el orden natural de las declaraciones toreras, este sustantivo copa el hit parade desde que Pedro Romero hizo la primera comunión allá por el siglo de las luces. Morante de la Puebla no se resiste: "La responsabilidad de la corrida de hoy es enorme". Eso sí, de seguido aporta pruebas para desnudar de banalidad semejante aserto. "Reaparezco después de la cogida en los gemelos y lo hago en Madrid, además en San Isidro. Vengo de triunfar en la Feria de Sevilla. No es como el año pasado en que me presentaba . Y, por último, toreo un día más tarde de que lo haya hecho José Tomás, el preferido de la afición", afirma y reta: "¿Es o no verdad lo de la responsabilidad?". Aquí se detiene y añade: "Este año no me puedo permitir defraudar a nadie: Ni público, ni prensa... a nadie"."Me duele un poquito, pero bien. Me encuentro en forma", dice a modo de presentación para referirse a su reciente cogida. Poco después de la Feria de Abril viajó a México y allí un toro le quitó de la circulación. "Todo lo que ocurre es siempre para bien", continúa en un sorprendente alarde de optimismo. De hecho, la lesión le impidió participar en las corridas del 15 y 17 de mayo en las que estaba anunciado y, de rebote, entró en los mejores carteles que, en un principio, estaban reservados para el retirado Jesulín de Ubrique. "Los carteles están más rematados: Rivera Ordóñez y Uceda Leal y frente a los de Torrestrella. El primero está más en alza, pero tanto Uceda como yo somos jóvenes y se nos espera con ganas", comenta, y pasa a hablar de los toros: "Son buenos y se caen bastante menos que el resto". De su segunda participación, más de lo mismo. El 2 de junio le esperan los bureles de Daniel Ruiz en compañía de El Cordobés y Miguel Abellán. De los animales: "En Sevilla no salieron todo lo bueno que hubiera sido deseable, pero en este asunto, tal y como van las cosas, ya no se sabe nada...", afirma lacónico. De los toreros: "Es una prueba más de que este año la empresa de Madrid ha abierto los carteles y de que se están dando oportunidades a los que llegamos. La afición lo agradece y, de paso, nosotros también. Hay que dar paso", reflexiona y se pregunta: "¿Qué hubiera sido de José Tomás si no le hubieran dado oportunidades?". Qué duda cabe que en el interrogante se reconoce él mismo.

¿En qué ha cambiado Morante con respecto al año anterior? "Lo fundamental es que he toreado más. La temporada anterior ha servido para ir de aquí para allá, conocer las plazas de todos los sitios, incluidas las de América y, sobre todo, habituarme al toreo serio y hondo que requieren los toros. En definitiva", concluye, "he cogido la confianza necesaria". Piensa, se detiene y, unos segundos más tarde, vuelve al ataque: "Que conste que la ilusión es la misma".

En lo que va de año, le asisten ocho corridas ("He perdido bastantes por la lesión"). En 1998, su primera temporada como torero, llegó a completar 68 festejos.

La ilusión de la que habla recibió bríos nuevos cuando abrió la Puerta del Príncipe sevillana apenas hace un mes. ¿Se puede convertir Morante en el nuevo torero de La Maestranza? "Ojalá fuera así. Ya me gustaría. Lo que sí es cierto es que en esta plaza se me trata con un cariño muy especial. Pero estando Curro Romero como está, cada vez mejor, sólo me queda esperar. Imagino que algún año se retirará o, por lo menos, que lo haga antes que yo -se ríe-. De todos modos, cada uno es diferente". Así, el diestro de Puebla del Río (Sevilla) se exhibe confiado y, otra vez, "responsable" a sus 19 años escasos. "Eso me gustaría que quedara claro. Una vez tuve que aumentarme un poco la edad para poder torear y el error se repite siempre en todos los programas de mano. Son cosas que pasan".