La inmobiliaria del alcalde tiene cinco filiales y unos activos de 2.500 millones

Antonio Morales y Francisco Cordero, portavoces del PSOE en Majadahonda y en Pozuelo, municipios madrileños gobernados por el PP, censuran que el regidor de la capital sea socio de una inmobiliaria que actúa intensamente en su territorio. Ambos consideran que arroja sombras de sospecha que tan flamante socio participe en promociones inmobiliarias en municipios cercanos donde gobiernan alcaldes de su partido. Estos concejales, además, miran con lupa cuantas actuaciones municipales se han producido en torno a Incoda y sus empresas participadas. Morales mantiene que el alcalde de Majadahonda ha dado un trato de favor a esta empresa al permitirle edificar viviendas donde estaban previstas oficinas en un edificio de la carretera de Boadilla. Y también denuncia que se levantaron determinadas obligaciones urbanísticas antes de lo legalmente preceptuado en las zonas del valle de la Oliva y valle del Arcipreste. Medidas ambas que, a su juicio, se tradujeron en unos claros beneficios económicos para Incoda, en un caso por aumentar las plusvalías y, en otro, por permitir vender las viviendas estando sin urbanizar la zona.Ricardo Romero de Tejada, alcalde de Majadahonda, insistió ayer en que ni él ni ningún funcionario de su ayuntamiento conocía la presencia del alcalde de Madrid en la sociedad Incoda. Aseguró Romero de Tejada, igualmente, que su ayuntamiento jamás dio trato de favor a la sociedad Incoda, sino que, por el contrario, más bien ha sido perjudicada por retrasos en los levantamientos de cargas urbanísticas. Mientras, el reguero de sospechas desatadas por el PSOE se extiende por Boadilla, Villanueva de la Cañada y Villanueva del Pardillo, municipios donde gobierna el PP y donde Incoda también posee solares. El PSOE pretende también seguir con minuciosidad las decisiones municipales que hayan podido tener relación con los negocios de Incoda.

Entretanto, el alcalde de Madrid defiende la legitimidad de su negocio privado y califica de "periodismo inmoral seguir lo que hacen las personas". "Quiero expresar mi sorpresa porque una noticia como ésa pueda haber suscitado un comentario tan absolutamente sorprendente. Hay ahora mismo una campaña en la que intentan mezclarnos a todos con la posible estela de la corrupción y hay algunos que llevamos mucho tiempo trabajando con honestidad, porque es lo único que sabemos hacer y me duele que se ponga un poco en duda que eso sea así". Así se expresó ayer en la cadena Cope.

El consejo de los amigos

"Yo tengo unas acciones, exactamente 150, de Incoda por valor de 895.000 pesetas, que fue una inversión que hice con unos amigos hace, no me acuerdo bien, pero mucho antes de ser alcalde, y jamás me he preocupado. Es de esas cosas que te dicen los amigos que metas dinero y lo metí. No he tenido ninguna actividad, no gestionó la empresa, y me parece que si satanizamos toda posibilidad de que los que estamos en política no podamos ni tan siquiera invertir en una actividad de unos amigos una determinada cantidad, estamos perdidos. Además, cuando se habla del 5% de la empresa puede suponerse que las cantidades son muy millonarias. Por otra parte, según yo tengo entendido, esa empresa no realiza ninguna obra pública; por tanto, no es adjudicataria de ningún tipo de contacto público. Eso fue lo único que dije, que no tuviera ninguna actividad en Madrid, porque podría producirse algún malentendido". El presidente de Incoda, Javier Segurado, se manifiesta de otra forma bien distinta: "Si encontramos suelo, construiremos en Madrid. No lo dudaríamos", explicó a este diario.

Álvarez del Manzano teme ahora perjudicar a sus socios: "Supongo que ahora estarán preocupados en Incoda, como consecuencia de la mala suerte de que yo tenga 895.000 pesetas, dinero que está en mi declaración de renta desde hace muchos años. Debe quedar claro que no todos somos iguales, que no se trata de realizar en modo alguno especulación, ni de realizar ningún tipo de actividad indebida, sino una inversión legítima, y mientras en España sea posible la propiedad privada uno puede invertir en cosas que sean legítimas y que no produzcan ningún tipo de deterioro a ningún efecto". (El capital suscrito y desembolsado en Incoda, del que posee un 5%, es de 60 millones.)

"Lo que me preocupa es que se piense que los políticos, primero, no podemos hacer ningún tipo de inversión en cualquier actividad privada que sea legítima; y en segundo lugar, yo llevo siendo alcalde ocho años y los madrileños deben conocer y saber que mi gestión jamás se ha mezclado con intereses privados, que no tengo más interes ni más preocupación que el interés público, y que si algo deben saber los madrileños, me voten o no me voten, es que soy una persona que actúo con legitimidad y con honradez. Que eso se ponga en tela de juicio me duele más que si me dijeran que he hecho 800.000 túneles equivocados, me duele más porque me parece que también los que estamos en política tenemos derecho a saber que la gente considera que nuestra gestión es honrada y, si no, que se ponga de manifiesto", concluyó el alcalde.