Una nueva técnica permite salvar a todos los niños que sufren enfermedad hemolítica

Una nueva técnica de diagnóstico y tratamiento que se aplica en el hospital de Sant Pau de Barcelona ha permitido salvar a todos los niños con enfermedad hemolítica que han nacido en este centro sanitario desde 1993. Los bebés con esta dolencia sufren graves anemias que pueden provocar deficiencias de diferente tipo y, ocasionalmente, la muerte. Mientras el porcentaje de supervivencia de los bebés con enfermedad hemolítica suele ser del 84%, con la aplicación de esta nueva técnica el hospital de Sant Pau ha logrado salvar a todos los niños afectados nacidos en el centro.La enfermedad hemolítica del bebé se produce cuando una madre Rh negativo queda embarazada de un hombre Rh positivo y tienen un hijo que también es Rh positivo, que es el grupo mayoritario ya que lo tiene el 85% de la población. Durante el embarazo y en el parto la sangre de la madre entra en contacto con la de su hijo y ella crea anticuerpos contra una proteína, denominada D, que no se encuentra en la sangre del grupo Rh negativo. El peligro de enfermedad se produce durante el segundo embarazo de un bebé Rh positivo, porque los anticuerpos que ha creado la madre en la anterior gestación atacan las células del nuevo feto.

La técnica desarrollada por un equipo de Sant Pau permite determinar con gran exactitud, a través de un simple análisis sanguíneo de la madre, la probabilidad de que un bebé desarrolle la enfermedad hemolítica. Anteriormente, para realizar esta prueba se pinchaba el feto, lo que comportaba un peligro para el bebé. Las pruebas diagnósticas que se realizan en el Hospital de Sant Pau permiten detectar si la madre presenta los anticuerpos contra el antígeno D y determinar si la cantidad es elevada, lo que pondría en situación de alto riesgo al feto Rh positivo. En este caso, se practica un control ecográfico al feto para detectar si ha desarrollado la enfermedad hemolítica y si presenta indicios de anemia grave.

Sólo en este caso, y si el embarazo no supera las 34 semanas, se indica una transfusión intraútero, una operación muy delicada que comporta el riesgo de aborto en el 3% de los casos. Anteriormente, esta intervención invasiva era practicada en la mayoría de los casos. Las meticulosas técnicas de diagnosis y control utilizadas en el hospital de Sant Pau han permitido constatar que la transfusión intraútero se estaba "sobreindicando, ya que sólo es realmente necesaria en el 13% de las pacientes", afirma el doctor Joan Parra, jefe de la sección de diagnóstico prenatal del citado hospital.

Gracias a la reducción del número de transfusiones se ha logrado la supervivencia de los 23 bebés afectados por la enfermedad hemolítica que han nacido en el centro. Entre 1987 y 1992, el índice de supervivencia de los niños que sufrían la dolencia fue del 84%.

El hospital de Sant Pau ya había sido en 1987 el primer hospital de España en realizar una transfusión intrauterina a fetos con enfermedad hemolítica. "De nuevo, el centro es pionero en el uso de un protocolo de diagnosis y tratamiento de la enfermedad", afirma Parra.