Una comunidad amenazada por la despoblación

En Castilla y León el PP confíaba en que cuando Aznar llegara a La Moncloa se iban a acabar los enfrentamientos que en los últimos años mantuvo la Junta con el Gobierno central socialista. Las disputas se centraban en la financiación autonómica y el traspaso de competencias. Esperaban que los grandes proyectos subyugados por la gestión del Ejecutivo del PSOE frente a una comunidad del PP se relanzarían. Han pasado los meses y Aznar no parece, a juicio de la oposición, dispuesto a asumir viejas promesas hechas al granero de votos populares que es esta región: 52 de 84 procuradores, 22 diputados, 29 senadores, la totalidad de los ayuntamientos más importantes y las nueve diputaciones provinciales están en manos del PP.El presidente castellano-leonés, Juan José Lucas, que obtuvo el 52% de los votos en los pasados comicios, ha visto cómo sus proyectos han avanzado menos que los de otras comunidades en una región afectada por la despoblación y la dispersión geográfica y que en materia de infraestructuras necesita más que otras regiones. PSOE e IU, oposición en la Asamblea, coinciden en que la región "vive una situación de decadencia imputable a Lucas y a su carencia de proyecto político". Antonio Herreros, candidato de IU a la Presidencia de la Junta, pone sobre la mesa los índices socioeconómicos para sustentar esta teoría: "El ritmo de despoblación de la comunidad es de 40 personas diarias, una emigración obligada a causa de la nula política de empleo de Lucas. Y esta situación es más grave aún si se tiene en cuenta que estos 40 emigrantes son personas jóvenes, laboralmente activas y con una cualificación académica media-alta". La región ha perdido 130.000 habitantes bajo el mandato del PP. Solamente en los dos últimos años la disminución ha sido de 23.893 personas, según la Junta. El Ejecutivo achaca la disminución al descenso de la natalidad.

No ha sido el empleo un ejemplo de buena gestión de Lucas, ha reiterado la oposición. La Junta defiende que Castilla y León es la comunidad que más ha crecido porcentualmente en empleo, que ha conseguido el mayor número de trabajadores activos de toda la historia de la comunidad y que el nivel de paro es el más reducido de los últimos 16 años. Junto a ello, la región, según el PP, es la segunda comunidad con menor inflación, y la producción industrial es superior a la nacional en más de un punto. Lucas afirma que su forma de gobernar ha permitido "en esta legislatura situar a la comunidad como tercera comunidad de España en crecimiento económico, siete décimas por encima de la media nacional".

La izquierda añade otros datos: entre 1991 y 1998 se ha perdido la tercera parte de los ocupados del sector agrario, la quinta parte de los trabajadores del sector industrial y el 5 % de los ocupados en la construcción. Solo ha crecido el sector servicios en un 10% más que en 1991. Además, los trabajadores a tiempo parcial y los parados de larga duración también han aumentado.

Sanidad, Economía y Medio Ambiente son tres de los departamentos del Gobierno regional que junto a Fomento han recibido las más agrias criticas en esta legislatura. En Sanidad el fracaso más evidente, según la oposición, es el no haber asumido un traspaso de las competencias.

En Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, el Ejecutivo suspende, a juicio de PSOE e IU, por haber establecido un departamento al servicio de los cazadores de subvenciones, haber elaborado una Ley de Urbanismo para especuladores y una Ley de Caza a la medida de los adinerados. En cuanto a Economía, y a pesar de que los empresarios y sindicatos consideran la gestión correcta, la oposición se muestra especialmente critica con lo restrictivo de los presupuestos, con la caída de la inversión pública y con las actuaciones de la Junta en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, a la que acusan de "vendida al pacto PP-CIU".

La Junta defiende un éxito económico sin precedentes en cuanto a exportaciones y balance comercial. Lo que no dice, según el candidato socialista, Jaime González, "es que la mitad de las exportaciones dependen casi exclusivamente de dos empresas como son FASA Renault y Michelin".

Sobre el PP de Castilla y León no sólo planean también las acusaciones de corrupción aireadas en el ámbito nacional y numerosos casos de enchufismo de parientes y familiares de dirigentes del PP en la Administración regional.

Herreros coloca a Lucas en el tardofranquismo y explica que su carácter "es absolutista y marginador de cualquier procedimiento de democracia participativa". González tampoco ahorra criticas al talante y balance de Lucas, al que adjetiva como "simplemente un fiasco".