Dinero privado para luchar contra las pistolas
Varias fundaciones de carácter filantrópico están subvencionando las iniciativas de los grupos que tratan de poner un límite a la facilidad con que se compran, venden y usan armas en EEUU. Según el diario The Washington Post, el multimillonario George Soros y otros benefactores han donado millones de dólares en la lucha por un mayor control de las armas.Con el liderazgo de Soros se ha creado el Fondo de Cooperación para la Prevención de la Violencia con Armas, que ha conseguido reunir 11 millones de dólares (unos 1.600 millones de pesetas). La todopoderosa Asociación Nacional del Rifle (NRA), presidida por el actor Charlton Heston, considera que esta entrada en escena de las fundaciones privadas forma parte de una conspiración en contra de la industria del armamento de EE UU.
Soros, que reparte su fortuna a través de fundaciones creadas en 30 países, donó unos 47 millones de pesetas para financiar una demanda de las víctimas de un tiroteo contra la industria armamentística en Nueva York.
Según la NRA, ese dinero sirvió para contratar un equipo legal capaz de ganar el juicio. El veredicto dictaminó que nueve empresas fabricantes de armas eran parcialmente responsables en delitos con armas por no poner más empeño en impedir que esas armas cayeran en manos criminales. La polémica cobra más fuerza ahora que están llegando a los tribunales este tipo de demandas. La NRA utiliza su poder para sacar adelante legislaciones en los Estados que blindan a la industria armamentística contra este tipo de demandas.
Recientemente, la NRA gastó unos 600 millones de pesetas en una campaña publicitaria para que los votantes de Misuri apoyaran en referéndum una propuesta de ley que permitía a los ciudadanos de este estado llevar armas escondidas. Los defensores de la postura contraria, con la ayuda financiera privada, hicieron una campaña más modesta que logró el rechazo popular a la ley. La NRA es consciente de que sin el dinero de las fundaciones serían ellos los que habrían logrado convencer a los votantes de Misuri.
Las aportaciones de Soros y otros centros -como la Joyce Foundation de Chicago, que ha cedido unos 1.900 millones de pesetas en la lucha contra las armas desde 1993, o la Wellness Foundation de California- son la única manera de convencer a la industria de las armas de que sigue el camino de las tabacaleras, en términos de responsabilidad legal por el producto que fabrican.
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