Creado el primer instituto privado de evaluación de centros escolares

Los centros de educación secundaria que lo deseen podrán evaluar la calidad de su enseñanza, compararse con otros centros u obtener indicaciones para mejorar. Estos son los cometidos del Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA), el primer instituto privado para la evaluación de los centros educativos, que ha sido creado por la Fundación Santa María."Se trata de hacer una radiografía de cada centro, que sepa cómo funciona y cómo puede mejorar la calidad de su enseñanza", dice Álvaro Marchesi, ex secretario de Estado de Educación y director del proyecto. Marchesi insiste en la confidencialidad de los resultados: "No se trata de controlar a los centros, sino de mejorar su funcionamiento; se les da una información para que hagan con ella lo que consideren conveniente".

La evaluación de los centros tiene en cuenta el rendimiento escolar de los alumnos, la labor del equipo directivo, las actividades que se realizan o el funcionamiento de las instalaciones. También se quiere saber qué piensan los estudiantes sobre el racismo, el medio ambiente, la igualdad de sexos u otras preocupaciones sociales. Las pruebas se realizan entre alumnos, padres y profesores. Todos ellos rellenan cuestionarios en los que opinan sobre el centro. Los alumnos se someten, además, a unos exámenes para evaluar sus conocimientos de cada materia y su capacidad de aprendizaje. El objetivo es realizar estas pruebas al inicio de la secundaria y repetirlas al finalizar el segundo y el cuarto grados.

Contexto sociocultural

Los centros que decidan evaluarse podrán contrastar sus resultados con los obtenidos por otros. Se les compara, por un lado, con los centros de su mismo contexto sociocultural, y por otro, con el conjunto de centros evaluados. En ambos casos se trabaja con medias, para garantizar el anonimato de los centros y evitar comparaciones o listas de tipo ranking.

Marchesi explica que "el contexto sociocultural de los alumnos es determinante en su rendimiento, no es justo comparar un centro de un contexto bajo con otro de un contexto alto". La evaluación divide a los centros en cuatro niveles socioculturales. Para establecer el nivel de un centro se tiene en cuenta el grado de estudios y empleo de los padres, cuántos libros tienen en casa o el número de coches por familia.

En principio, son los centros los encargados de costear las 300.000 pesetas por curso que cuesta como media el servicio, pero también es posible obtener financiación pública. Los gobiernos autónomos de Andalucía, Cataluña y País Vasco se han ofrecido a financiar la evaluación de centros de sus comunidades. El proyecto cuenta con una experiencia piloto de tres años en 30 centros educativos de la Comunidad de Madrid.