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El PP rechaza que los socialistas pongan la marcha de Borrell como ejemplo ético

Javier Casqueiro

Josep Piqué es, según el PP, mejor corredor de fondo que José Borrell porque ha aguantado las andanadas contra su comportamiento fiscal. Los populares presumen de que su portavoz ha dispuesto de mejor equipo: "No haremos con Piqué lo que el PSOE con Borrell". También rechazan que la renuncia del candidato socialista sea un ejemplo de regeneración de la vida política. Creen que se ha ido harto de la división de su partido y no aceptan que se le convierta en un "ejemplo ético" porque le incluyen en la etapa del "podrido felipismo".

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La renuncia de José Borrell también acaparó ayer la sesión de trabajo de la cúpula del PP. Tras la reunión del Comité de Dirección, el portavoz del partido, Rafael Hernando, enfatizó que en el PP no entienden por qué se va realmente. Sostienen que entre sus explicaciones del viernes, cuando anunció su marcha, y las del martes pasado, cuando se definió como un "corredor de fondo", no surgieron novedades sobre su persona como para dimitir. Observan en ese tránsito una "falta de coherencia" y la justifican en que se ha ocultado la verdadera razón de su huida, que para los populares consiste en la falta de apoyo del PSOE y las continuas contradicciones entre el aparato del partido y el candidato y su entorno.En el PP citan como ejemplo de esas disfunciones el distinto criterio entre Borrell y el partido sobre la necesidad de un congreso extraordinario cuanto antes y sobre la consideración de las inminentes elecciones autonómicas, municipales y europeas del 13 de junio como unas primarias de las generales.

Hernando se atrevió a aventurar que Borrell se iba ahora, a un mes de esa cita con las urnas, para "no aparecer el 14-J como chivo expiatorio de la presumible derrota del PSOE". Y criticó ese "abandono" porque perjudica la interlocución con el PP y el Gobierno en un momento en el que podrían plantearse pactos poselectorales en el País Vasco.

La dirección del PP no ha tomado nota del presunto "ejemplo ético" dado por Borrell con su renuncia porque no le ven como un modelo para nadie. Tampoco temen que el listón dejado con su salida pueda arrastrar a sus ministros más afectados por escándalos, como el propio Piqué y Rafael Arias-Salgado, titular de Fomento.

La época "podrida"

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En el PP descartan como algo "chocante o pintoresco" que se catalogue como "referente" a alguien tan relacionado con los ex altos cargos de Hacienda implicados en cobros millonarios del entorno de Javier de la Rosa. Y, además, le implican en toda la "época podrida del felipismo", que, según Hernando, tiene como hitos Luis Roldán, en la Guardia Civil; Mariano Rubio, en el Banco de España; la Cruz Roja, el AVE y ahora la Hacienda pública.

En este aspecto, en el PP no están dispuestos a asumir como ejemplarizante que un secretario de Estado de Hacienda invirtiese en la Bolsa cuando podía disponer de información privilegiada. El PP quiere utilizar la conmoción creada por la salida de Borrell para presentarse ante el electorado como "garantía de futuro" frente a un PSOE "garantía de problemas" con "tres líderes en tres años".

Cuando en el PP se promocionan como una garantía eluden entrar en el fondo del escándalo de los "incendios de unos almacenes de lino" o en el caso del consejero de José María Aznar en Castilla y León Miguel Pérez Villar, condenado por el Supremo. Dicen que Aznar ya no es presidente de esa región.

A Javier Arenas, secretario general del PP, siguen sin parecerle "convincentes" las explicaciones de Borrell: "Cuando alguien no tiene ningún tipo de responsabilidad, no tiene por qué marcharse y lo que nosotros no vamos a aceptar es que el PSOE nos traslade sus problemas", informa . Arenas, que ayer participó en una reunión interparlamentaria del PP en León, resumió los problemas del PSOE en que no encaja su papel de oposición y en que Felipe González "no acaba de irse" y, así, "era difícil que Borrell llegara".

Arenas sustentó esta tesis en la intervención de González en Toledo, "donde ha repartido instrucciones al secretario general del PSOE", algo que, a su juicio, no es de recibo. Luego, aclaró: "A mí Aznar me da órdenes, pero porque es el presidente del partido".

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Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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