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Una partida de póquer sin la carta marcada de Pinochet

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Tras admitir su fracaso, el grupo Luksic reaccionó con dureza al denunciar que el 30% del sistema financiero chileno estará bajo control español. Las iras tienen como destinatario el Banco Central de Chile. La autoridad monetaria había desvelado poco antes sus cartas en la partida que se está jugando. Y en esas cartas no aparece la de Augusto Pinochet, el uso de una carta marcada, el caso Pinochet, para frenar el peso del capital financiero español en Chile. Todo lo contrario.El Banco Central de Chile, que posee, como pago por su ayuda en el reflotamiento, el 35,4% del Banco Santiago, decidió el fracaso de la OPA del primer grupo industrial chileno, el de Andrónico Luksic, y, mientras resolvía hacerlo, fraguó una alianza estratégica con el Banco Santander Central Hispano (BSCH), el primer banco español.

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El Banco Central chileno da al grupo español las riendas del Santiago

La posición de capital del BSCH, 43,5% en el Banco Santiago, no varía por mor de este pacto, pero ambos accionistas han sellado una línea de defensa de precio mínimo (11 pesos o 0,23 centavos de dólar por acción), por encima de los 9,6 pesos ofrecidos en la oferta fracasada de Luksic. Hay un juego de opciones para ambos. Lo que está claro: el BSCH no quiere comprar, de momento, más participación en el Santiago, pero si se replanteara el tema, en los próximos dos años podría hacerlo en función del nuevo acuerdo.

Asimismo, el BSCH se hace cargo de la gestión del primer banco del país, en acuerdo con el otro gran accionista, que, si bien no goza de derechos políticos, es una institución de gran importancia. Nada menos que la autoridad monetaria.

El BSCH sabe que su posición en el mercado chileno es espectacular al representar, entre el Santiago y el Santander Chile, un 30% de cuota de mercado. Esto preocupa a las autoridades monetarias independientes chilenas. Y aún cuando se tomen todas las precauciones, la contaminación entre el Santiago y el Santander será algo inevitable.

Pero será en esta cohabitación con precio fijo mínimo donde se sellará el futuro.

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