Cooperativistas gaditanos venden un millón de kilos de espárragos Hasta el calibre 22
EMPRESAS» Europeos SCAANTONIO HERNÁNDEZ-RODICIO Bajo el suelo es blanco; la cabeza, morada y cuando sale a la luz se torna verde. ¿Qué es? No es una adivinanza: es el espárrago de secano de Alcalá del Valle (Cádiz), ejemplares muy apreciados en los mercados internacionales de los que la cooperativa Europeos ha lanzado en lo que llevamos de año 900.000 kilogramos, bajo la marca Espasierra. "Sinónimo de calidad", añade más como testimonio del buen hacer de los cooperativistas que como latiguillo comercial, Francisco Dorado, gerente de la cooperativa. Durante 1997, pusieron en el mercado medio millón de kilogramos y las expectativas pasan por seguir creciendo. Hoy, los cooperativistas tienen plantados ocho millones de garras de espárrago procedentes de viveros navarros, tierra por excelencia para este producto agrícola. Calculan que en el plazo de dos años se venderán unos dos millones de kilogramos de estas plantas herbáceas. "Por debajo de esa cantidad, las cosas irán mal", advierte Dorado. La sociedad se dedica además a la producción de trigo duro y avena; también, en menor proporción, al trigo blando, a la cebada y al girasol. Pero el negocio y el reclamo es el espárrago. Espárrago verde o triguero, como se le conoce popularmente en Andalucía. Y por cuyas propiedades se paga un buen precio en los mercados alemanes, suizos e ingleses. Sólo una porción mínima de la producción anual se queda en España, preferentemente en la Comunidad Valenciana y Cataluña, donde se distribuye a través de grandes cadenas comerciales. Un producto de secano, aunque se trata de un espárrago de regadío. "Es algo extraordinario, pero este suelo es fresco y el clima es bueno", explica el gerente. El 90% de los espárragos es de la clase Ciprés; el resto se clasifica bajo las denominaciones de Atlas y UCE. Los que tienen menos de 12 milímetros de grosor se destinan al consumo español. "Aquí se quiere muy fino, aunque el gusto varía según la receta", explica Dorado, "en cambio los alemanes sobre todo, pero en toda Europa, lo quieren muy grueso, con mucho calibre, con la cabeza compacta y recta; entienden que si el espárrago es muy fino no tiene calidad". Los reyes del manojo tienen hasta 22 milímetros de calibre: "Esos son los que vuelven locos a los alemanes". En las instalaciones de la cooperativa Europeos también se ensaya con otras clases de espárragos, aunque restan algunos años para que el experimento dé frutos comerciales sólidos. La cooperativa, como el pueblo, tiene una historia interesante que contar y que, en todo caso, se refleja en su actividad diaria. Alcalá del Valle (5.204 habitantes) es una localidad eminentemente agrícola y con tasas de desempleo que afectan, en ocasiones, hasta la mitad de la población. "Esta es zona de paro", apunta el gerente. En la guardería para hijos de temporeros llegó a haber hasta 200 niños en tiempos recientes. Sus vecinos, pendientes de las temporadas de trabajo en otras provincias y en otros países. Siempre manta y carretera. La cooperativa tuvo su embrión hace 17 años, cuando comenzó la siembra del espárrago en Alcalá del Valle, aunque entonces no tuvo éxito. Se trataba de un espárrago blanco, que no despegó. Hasta 1991 existió una Asociación de Productores de Espárragos, hoy desaparecida. Fueron años convulsos en el sector agrícola alcalaíno. "Hubo personas y cooperativas que funcionaron mal, hasta que se reguló y se planificó". Europeos fue la alternativa fuerte a "los problemas del campo". La versión de Dorado resume la problemática: "Había muchos agricultores que estaban hartos de cortar espárragos pero no veían más que facturas y pocas ventas". Cerca de Alcalá, en Puerto Serrano, con apoyo de la Junta, se ha puesto en práctica una iniciativa similar pero a través del cultivo de fresas. Por el momento ofrece excelentes resultados económicos y sociales. A partir de 1994, se vuelven a sembrar espárragos en el término municipal. Se reduce espectacularmente el paro (además de los 73 empleos de temporada, hay otros 400 trabajadores cortando espárragos en el campo), se rearma la estructura comercial de la firma y comienza un periodo de reinversión. Desde que existe la cooperativa, se han invertido más de 100 millones de pesetas. A cambio, disponen de una nave de 1.000 metros cuadrados (dotada con cámaras frigoríficas), tienen su propia marca comercial y preparan y etiquetan el espárrago en sus propias instalaciones. Todo en fresco. No quieren introducirse en el sector de las conservas. "El espárrago enlatado es una garantía ante la bajada de los precios, pero al fresco es al que se le gana dinero". Cada medio kilo de espárragos frescos se paga en el mercado entre las 350 y las 500 pesetas. A cada agricultor le quedan unas 250 pesetas. "Ése es el objetivo, seguir pisando fuerte, porque el cooperativismo es injusto pero bonito: aquí es donde están los derechos y los deberes", agrega Dorados.Dirección Carretera Corbones km 0,5. Alcalá del Valle (Cádiz). 956/126529 Empleos Cuatro fijos y 73 en campaña Facturación 400 millones en 1998 Producción Espárragos y cereales
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.