El juicio, en el 2000

Afectados, letrados y juristas vienen calificando el caso Ardystil como largo, denso y tedioso. No en balde, en los siete años que hasta la fecha ha durado la instrucción, se han producido importantes relevos. La primera en abandonar la causa fue la juez que abrió las diligencias previas en 1992 por un delito de imprudencia contra la seguridad en el trabajo tras el fallecimiento de seis empleados del sector de la aerografía textil en Cocentaina y Alcoy. Su sucesor, el juez José Francisco Bernal, ha tardado algo más de un año en analizar las siete piezas principales y complementarias que constituyen el sumario y que "han obligado ha habilitar una habitación especial en el juzgado para almacenar la documentación", dijo. Bernal confía, sin embargo, en que la tramitación de las 25 piezas de responsabilidad civil que restan para avanzar en la instrucción "no se demoren más allá de septiembre" para que la Audiencia establezca la fecha del juicio para antes del próximo verano. "Otro problema será a la hora de determinar la sala ya que se trata de un proceso muy denso y que ha creado mucha expectación", concluía el juez. Uno de los ausentes será el abogado del Estado, Víctor Murcia, que se encargó en un principio de la defensa del inspector de Trabajo, Alfredo Ortolá, y que recientemente ha asumido David Melgar. Quienes siempre han protestado por la lentitud de la justica en relación a su caso han sido el colectivo de afectados, que miran con recelo las previsiones de sus representantes legales que fechan el inicio del juicio oral para principios del 2000. Por el momento ya han empezado a planificar el traslado masivo de afectados a Alicante en los días que se prolongue la vista oral y así seguir de cerca el proceso.