ETA debate un documento sobre una eventual tregua "permanente" para después del 13-J

ETA mantendrá el alto el fuego después de las elecciones del 13 de junio y convertirá previsiblemente la actual tregua "indefinida" en "permanente", sin anunciar el cese total y definitivo de la violencia, según coinciden fuentes gubernamentales, de la consejería vasca de Interior, miembros del Pacto de Lizarra y dirigentes de otros partidos nacionales. Consideran, no obstante, que ETA no ha tomado todavía una decisión, y fuentes de la Ertzaintza agregan que estos días se está debatiendo entre militantes asentados en Francia un documento que contempla qué posición se va a adoptar y cuándo hacerla pública. El ministro del Interior y los otros consultados guardan ciertas cautelas para no pronunciarse con rotundidad.

Ni la Guardia Civil ni el Cuerpo Nacional de Policía se atreven a pronosticar con firmeza qué hará ETA después de las elecciones, aunque ambos cuerpos de seguridad creen que mantendrá el alto el fuego anunciado el pasado 16 de septiembre. Los expertos policiales sostienen que la banda terrorista aún no ha tomado una decisión y que ésta dependerá en buena parte de los resultados de los comicios municipales del próximo 13 de junio. Sobre todo, de los votos que obtenga Euskal Herritarrok, la marca electoral de Herri Batasuna, y de si el PNV respeta los acuerdos adoptados por el Pacto de Lizarra."Llevamos tantas semanas y meses aventurando lo que va a hacer ETA que yo no voy a cometer el error de actuar de profeta", declaró ayer mismo el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja. "No tengo en estos momentos la información suficiente como para aventurar lo que va hacer ETA en las próximas semanas", añadió, tras reconocer que le parece "bien" que otros dirigentes políticos hagan esas previsiones.

La detención hace dos meses de Sergio Polo, supuesto miembro del comando Donosti, en San Sebastián, y el descubrimiento de que el conde de Siruela, hijo de la duquesa de Alba, fue seguido por otro comando en Madrid al menos hasta el 23 de marzo, han hecho saltar las alarmas del Ministerio del Interior.

Estas informaciones, así como otras que apuntan a la posible presencia de "otros tres o cuatro" etarras liberados [a sueldo] en Madrid, Euskadi y Cataluña, han hecho que los expertos antiterroristas de la Guardia Civil sean ahora "menos optimistas" que al comienzo de la tregua. Pese a esos indicios, fuentes policiales reconocen que "no hay datos objetivos" que hagan temer que la banda armada vaya a romper el alto el fuego. ¿Qué significan, entonces, estos movimientos de los comandos etarras? Los expertos anti-ETA creen que, en principio, no van más allá de un mantenimiento de la actividad de recopilación de información en previsión de que las cosas se tuerzan y que la organización dé marcha atrás.

"No hay pasos atrás"

"De momento no hay pasos atrás, lo cual es muy importante", recalcan fuentes de la Ertzaintza, que consideran que "ETA todavía tardará en decir que su alto el fuego es definitivo". Los mismos medios tienen noticias de que durante estos días se está debatiendo en Francia un documento del que se deduce el mantenimiento de la tregua, aunque sin anunciar el alto el fuego definitivo, y en el que supuestamente se atribuye a ETA una especie de papel de "garante" del proceso de paz.Con el objetivo de dar un paso más -en un punto equidistante entre la tregua "indefinida" y la "definitiva"- la dirección etarra baraja acuñar un nuevo concepto semántico: tregua permanente. El secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, anticipó el pasado viernes en Huelva que en breve "ETA entrará en campaña electoral con un comunicado en el que se anuncie que la tregua es permanente o algo parecido" con el objetivo de aumentar el voto a los partidos nacionalistas. Sin embargo, medios próximos al PNV y a los firmantes del Pacto de Lizarra ponen en duda que una declaración etarra de estas características se produzca antes de la celebración de los comicios.

En lo que coinciden todas las fuentes consultadas es en que "en ETA se está cociendo algo" y recuerdan que el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, discrepó la semana pasada de la pesimista visión de la tregua expresada en su memoria anual por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño. Éste señalaba que "el cese de la actividad terrorista [de ETA] de forma definitiva no parece probable" y consideraba que se trata de un mero "repliegue táctico".

"Me considero mejor informado que el señor Fungairiño y desde mi conocimiento de las cosas y de su persona no doy mucho valor a lo que dijo", le rebatió Arzalluz. Incluso fuentes gubernamentales calificaron de "demasiado contundente" la opinión de Fungairiño.

A pesar de la nueva remesa de cartas enviadas en los últimos días por la organización terrorista para exigir el llamado impuesto revolucionario a una veintena de empresarios vascos, las mismas fuentes gubernamentales consideran que ETA mantendrá el alto el fuego y que tras las elecciones pedirá el inicio de conversaciones directas con representantes del Ejecutivo.

La diputada Rosa Aguilar, de IU, y Juan Alberto Belloch, del PSOE, que suelen tener contactos habituales con el Gobierno, señalan que todo apunta a que ETA no sólo no romperá la tregua, sino que la reforzará después de los comicios.

Ambos parlamentarios reconocen que el mayor "riesgo" vendría derivado de un poco probable "vuelco electoral" que diera mayor poder a los partidos no nacionalistas. Aguilar aboga por que el Ejecutivo haga más gestos de "generosidad" y rompa el "inmovilismo" que tiene ante el proceso de paz. Medios relacionados con los partidos y grupos firmantes del Pacto de Lizarra no ocultan su optimismo frente al futuro. Tanto que no sólo apuestan por el alto el fuego "permanente" de ETA, sino que incluso barajan la posibilidad de que desaparezca la kale borroka (violencia callejera).