Las escuelas de Holanda reutilizan los ordenadores de las empresas
Las centros han recibido ya 75.000 máquinas revisadas
La utilización de ordenadores en las escuelas de enseñanza básica de Holanda es cada vez más inexcusable, pero los ajustados presupuestos de la escuela pública no alcanzan para comprar cuantos son necesarios y mucho menos para renovar a la velocidad a la que se mueve el mercado. Por otro lado, las grandes empresas cambian a menudo sus máquinas y las antiguas quedan olvidadas en un sótano o acaban aterrizando en el camión de la basura. ¿Por qué no cubrir el déficit de los unos aprovechando el superávit de los otros?Esta pregunta se formuló en el Ministerio de Educación de Holanda hace 18 meses y hoy ya se han entregado más de 75.000 ordenadores reciclados y en perfecto estado a escuelas de todo el país.
"No tenemos la última generación, pero estamos ofreciendo máquinas con las que se puede aprender muy bien, Pentium y portátiles, y garantizamos su buen funcionamiento, al menos durante tres años", explica Leon Brekelmans, portavoz del SCO, la fundación que se ocupa de la asignación de los ordenadores a los centros educativos.
Además de los ministerios y todas las oficinas de la Administración pública, más de tres centenares de empresas privadas -entre las que se encuentran desde gigantes como Philips o KLM hasta pequeñas compañías de seguros o la empresa de cervezas Heineken- entregan gratis sus viejos ordenadores.
El 60% de los colegios
La fundación, que está integrada por representantes de las grandes patronales, de los ayuntamientos y los ministerios de Educación y Hacienda, se encarga de recoger los aparatos obsoletos en el domicilio del donante, desecha los que son demasiado antiguos, comprueba el resto, los arregla, arma unos con los restos de otros, instala el software y los entrega listos para funcionar en las escuelas interesadas.El proceso, incluida la distribución, cuesta unas 35.000 pesetas por aparato, de las que el Gobierno holandés subvenciona una parte. Los colegios tienen que pagar aproximadamente unas 14.000 pesetas por aparato, en las que, además de la garantía, se incluyen la instalación, la asistencia técnica y la ayuda telefónica. En Holanda, un 60% de las escuelas se han acogido al proyecto.
La idea ya está siendo exportada. Con el apoyo de la Unión Europea, la fundación ha vendido su técnica y experiencia a Bélgica, donde se han entregado a las escuelas los primeros 1.000 ordenadores, a Escocia e Inglaterra y pronto comenzarán en Alemania e Italia.
"Nuestro próximo objetivo es exportar el proyecto a los centros españoles", dice Brekelmans, que asegura que ya han empezado a realizar los primeros contactos en España, en concreto, en el País Vasco.
La fundación que se ocupa de la asignación de los ordenadores, que no tiene ánimo de lucro, cobra muy poco -entre uno y dos euros, es decir, entre 166 y 232 pesetas- por el aparato, la asesoría y puesta en marcha del proyecto, y reinvierte lo ganado en el mismo programa.
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