Hollywood y la Asociación del Rifle, ausentes de la cumbre de Clinton sobre violencia escolar
"¿Violencia? EE UU bombardea Yugoslavia. Y no es cine", afirma el productor David Geffen
La gran industria de Hollywood y la Asociación Nacional del Rifle (NRA) estuvieron ayer ostentosamente ausentes de la cumbre sobre violencia escolar orquestada por Bill Clinton en la Casa Blanca. La NRA, porque "nadie nos ha invitado"; la industria del cine, porque consideró que participar sería reconocer de modo indirecto su responsabilidad en la ola de violencia juvenil que sufren las escuelas de EE UU. El productor David Geffen señaló que hay más violencia en los informativos que en las salas de cine: "Si alguien busca violencia, ¿por qué no en las noticias televisivas de la noche? EE UU está bombardeando Yugoslavia. Eso está en las pantallas cada día. Y no es cine, es realidad".Jack Valenti, presidente de la Motion Picture Association of America, aceptó la invitación de su amigo Clinton, pero dejó claro que la industria cinematográfica no se considera, ni mucho menos, la principal responsable de la violencia. "Creo", dijo Valenti, "que la iglesia, el hogar y la escuela son los lugares dónde los niños aprenden lo que es correcto y lo que es erróneo, y son esos lugares los que deben construirles un sólido escudo moral".
Excepción hecha de Valenti, Hollywood, uno de los bastiones de Clinton a la hora de recoger fondos electorales y solicitar apoyo público frente a crisis como la del caso Lewinsky, no envió a la Casa Blanca a ninguno de sus más importantes productores, directores, actores o guionistas. Y en unas declaraciones a The New York Times, Geffen, magnate de la música y cofundador con Steven Spielberg de la productora cinematográfica Dreamworks, expresó su "frustración" por el hecho de que Washington tiene "la reacción instintiva de culpabilizar al cine de la violencia juvenil". "Antes que hablar con la gente de la música, el cine o los videojuegos, el Gobierno debería hablar con los psiquiatras", dijo.
Aplicar la ley
La NRA, que preside Charlton Heston, el actor que encarnó a Moisés en la gran pantalla, no había sido invitada a la cumbre de la Casa Blanca. No obstante, la NRA aprovechó la ocasión para sentar su posición en una conferencia de prensa. Wayne LaPierre, su vicepresidente ejecutivo, declaró que Clinton debería resistir "la tentación oportunista" de aprobar nuevas leyes sobre el control de las armas y dedicarse a aplicar las ya vigentes". "Lo importante", dijo LaPierre, "es que muchos criminales armados caminan libremente por nuestro país. Los dos asesinos del instituto de Denver violaron 18 leyes ya existentes. El Gobierno puede, si quiere, aprobar 50 leyes más, pero persistirá el problema de que existen malas personas que hacen malas cosas".Dos asociaciones de fabricantes de armas -la Fundación Nacional de Deportes de Tiro y el Consejo Americano de Deportes de Tiro- estuvieron, en cambio, presentes en la reunión convocada por Clinton. Esas dos asociaciones se declararon dispuestas a apoyar algunas de las medidas propuestas por el presidente para limitar el acceso de los jóvenes a las armas de fuego.
Además de juristas, sociólogos, religiosos y los fabricantes de armas, a la reunión asistieron representantes de las industrias del disco, la televisión y los juegos de ordenador. El debate evidenció dos visiones en EE UU sobre la violencia escolar. Los demócratas señalan a la NRA; los republicanos, a las películas de Hollywood. Pero estos dos sectores están protegidos constitucionalmente. La Primera Enmienda de la Constitución sacraliza la libertad de expresión; la Segunda Enmienda garantiza el derecho a tener armas.
Clinton busca una "tercera vía". "Propongo", dijo, "medidas de sentido común: prohibir a los delincuentes juveniles la compra de armas, elevar la edad mínima para ser propietario de un arma de los 18 a los 21 años, hacer a los padres responsables por permitir a sus hijos el acceso a las armas, acabar con las ferias incontroladas de armas y reducir el tráfico ilegal de armas".
La principal conclusión de la cumbre de ayer fue encargar a David Satcher, el responsable de salud en EE UU, la elaboración de un estudio sobre la violencia escolar.
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