Cinco artistas muestran sus obras sobre el misterio y la naturaleza de los ángeles

El misterio que rodea a las inquietantes figuras de los ángeles y la especulación sobre su naturaleza ha inspirado la exposición colectiva Cabello de ángel, que presenta en el centro Bilbao arte una colección de obras de diversas técnicas. Los angelitos -bajo este nombre se presentan en el catálogo de la exposición los cinco autores retratados con alas- son Javier Santamaría, Mara Reguilón, Maite García, Seber Ugarte y Julio Hernández Grima.

La moda de los ángeles no cesa.Ha llegado al cine, a los libros y a una multitud de objetos que facilita el consumo de su imagen tan parecida a la de los humanos, pero de naturaleza tan distante. Cabello de ángel, una colección de nueve obras, lleva la reflexión sobre estas figuras espirituales al terreno plástico. Las respuestas de los cinco artistas participantes carecen de rasgos comunes: han utilizado desde una fotografía en blanco y negro de gran formato a una instalación que muestra figurillas aladas de resina. Incluso los autores que presentan dos obras han preferido mostrar propuestas bien diferentes. Mara Reguilón ha elegido trabajos sin conexión aparente: en uno de ellas utiliza tinta negra sobre papel, mientras que el otro es una escultura de apariencia etérea, elaborada con centenares de piezas que parecen crisálidas blancas. En el lienzo A veces en silencio, de Maite García, se reconoce la silueta de una figura humana. La misma artista, en Le regalaron hilos con los que tejer el tiempo, sólo ha utilizado en cambio una trenza de pelo natural. En la misma línea de reunir dos obras realizadas con distintas técnicas Seber Ugarte ha fotografiado en blanco y negro una pluma y presenta, por otra parte, el montaje Le rêve (el sueño), en el que muestra una almohada sobre una pequeña mesa de madera de haya. Las creaciones de Julio Hernández Grima tienen en común unas figuras transparentes. En una de sus aportaciones han sido fotografiadas con el procedimiento del cibachrome (paso de la diapositiva a papel). La otra obra es la instalación Ejercicio (persistente) para el reciclaje de vanidades, en la que se presentan decenas de hombrecillos de resina sobre cubos de madera. Javier Santamaría sólo ha incluido la pintura De seres y almas, formada por cuatro piezas cargadas de manchas de color.