Como una mancha de salsa

Mientras algunos se preguntan si la patchanka que pergeñaron los Mano Negra puede considerarse ya un género musical con el mismo peso específico que el rock o el jazz, esta visión verbenera se ha derramado ya sobre las capas de orden juvenil y masivo y se extiende como una mancha de aceite -de salsa, sería más apropiado- merced al concurso de grupos como Sargento García. Esta banda multinacional liderada por el descendiente de vascos Bruno García exhibió en su presentación en Madrid su afán de dar un paso más en dirección al latin soul. Se produce así un curioso bucle de tintes irónicamente paradójicos: franceses descendientes de españoles que descubren el sonido de los negros latinos de principio de los setenta. Eso y mucho reggae con sus varias vertientes hipnóticas: dub, roots...Los temas del álbum que les ha dado a conocer en España, Un poquito quema'o, son poderosos artefactos rítmicos concebidos para levantar el ánimo al más apagado. En el directo se aplican las extraordinarias artes de los percusionistas, del trombonista o del bajista, aunque la parte más vistosa queda para el cantante / bailarín cubano Duniesky Corryado, que realiza un vibrante número de danza en la antesala del tema que bien podría arrasar este verano: Jumpi. Por poner algún defecto, se hace algo cansina la pobreza de melodías y no es que se les pida que sean los Beatles, pero se echan de menos armonías más elaboradas. En cualquier caso, el Sargento García cumple en directo con su misión de entretener a la audiencia.