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Reportaje:SANIDAD

Rápido y misterioso aumento del asma

La enfermedad crece un 10% anual y la causa podría ser un cambio inmunológico

Milagros Pérez Oliva

El asma aumenta y lo hace de un modo muy misterioso. Más de veinte estudios han demostrado en los últimos años un preocupante y sostenido incremento de esta afección respiratoria, que crece a razón de un 10% anual. Eso significa que en diez años se dobla el número de afectados. Hasta ahora el asma se había relacionado con las condiciones ambientales, a las que se atribuyen las importantes diferencias que existen en la incidencia, incluso en un mismo país. Pero el aumento de las últimas décadas, además de rápido, es homogéneo y, por tanto, no se explica sólo por causas ambientales.

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El asma es un proceso inflamatorio desencadenado por un mecanismo de tipo alérgico. Si la incidencia del asma es desigual, parecería lógico que aumentara más allí donde ya hay más casos. Pero no es así. Los especialistas tratan de desentrañar este misterio y la hipótesis más sugerente indica que el aumento se debe a cambios que se producen en el propio organismo.Josep María Antó, del Instituto Municipal de Investigación Médica de Barcelona, es uno de los epidemiólógos que más tiempo y más a fondo ha estudiando la evolución del asma: "Cada vez que se mide la incidencia, cualquiera que sea el lugar, se confirma el incremento", afirma. Y aunque una parte de este aumento pudiera ser inicialmente atribuido a mejoras en el diagnóstico, ahora está ya claro que realmente hay más casos. "Sí, lo vemos en la consulta:el asma está creciendo, como aumentan las alergias en general, y es muy preocupante", corrobora Enric Martí Guadaño, jefe de la unidad de Alergia del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona.

Uno de cada cinco españoles de entre 20 y 44 años sufre síntomas de asma según un estudio realizado por Josep Maria Antó y Jordi Suñé. Pero entre los niños, el porcentaje se eleva al 10%. Antó y Suñé colaboraron en un amplio estudio sobre la incidencia del asma en 22 países que reveló importantes diferencias, no sólo entre países, sino dentro de una misma nación. En España se analizaron cinco zonas -Albacete, Barcelona, Galdakano, Huelva y Oviedo- y pudo comprobarse que existían grandes diferencias, sin que existan razones claras que las expliquen. Así, mientras en Galdakano (Vizcaya) el porcentaje de personas con síntomas de asma era de un 5%, en Huelva llegaba hasta un 14%. Casi el triple. Del mismo modo, Cambridge (Gran Bretaña) alcanzaba una incidencia del 8%, mientras una ciudad tan contaminada como Atenas apenas tenía un 2,9%.

En cualquier caso, diferentes estudios han mostrado una tendencia al aumento sostenido. ¿Por qué? Josep María Antó ha seguido lo mucho que se ha publicado sobre este asunto: "Una de las teorías más acreditadas es la que atribuye el aumento del asma y de las alergias a causas inmunológicas", explica. Es decir, que el incremento de casos no vendría dado por una modificación de las condiciones ambientales, sino del sistema inmunológico de los individuos.

"Se sabe que en el momento de nacer, el sistema inmunológico del feto presenta cierta tendencia alérgica. El organismo tiene dos tipos de respuestas inmunológicas, las que se vehiculan a través de los linfocitos Th1, dirigidas fundamentalmente hacia los virus y las bacterias, y las que se expresan a través de los linfocitos Th2, que desencadena una respuesta alérgica frente a sustancias alergénicas", explica.

Pero el organismo tiende a establecer muy pronto un cierto balance entre ambas poblaciones celulares, de modo que esté en condiciones de producir más linfocitos de uno y otro tipo según el ataque provenga de virus y bacterias, o de parásitos y alergenos.

El hecho de que al nacer predominen los linfocitos Th2 podría ser debido a un mecanismo de defensa generado durante la gestación para evitar que el organismo de la madre rechace al feto. Durante los dos primeros años de vida, a medida que el niño va tomando contacto con virus y bacterias, se refuerza la presencia de linfocitos Th1 y se acaba produciendo un equilibrio entre los dos tipos de defensas.

Pero parece que en las últimas décadas está cambiando el patrón de infecciones en la primera infancia. La generalización de las vacunas y el efecto de ciertos cambios culturales y sociológicos, como una higiene cada vez más esmerada o la reducción del número de miembros de la unidad familiar, están provocando cambios en el desarrollo inmunológico de los niños. "Ahora se infectan muchísimo menos que hace 50 años, de modo que es más fácil que el predominio de los linfocitos proalérgicos Th2 persista en el organismo durante más tiempo y que, en una parte de los niños, produzca una respuesta excesiva del sistema inmune y una sensibilización hacia determinadas sustancias. En cierto modo, sería el precio que estamos pagando por una mayor higiene, que por otra parte, tiene ventajas incuestionables", indica Antó.

Diferentes estudios epidemiólogicos refuerzan esta hipótesis. El primero mostró que entre los niños que tienen hermanos mayores, la incidencia de alergia y asma es menor. El segundo, publicado recientemente en la revista The Lancet, demostró que los niños que van a la guardería sufren menos asma que los que se quedan en casa los primeros años de vida. La última evidencia procede de la Alemania unificada. Los epidemiólogos esperaban que la zona del Este tuviera una incidencia de asma mucho mayor que la del Oeste a causa de la mayor contaminación ambiental. Pues no. La prevalencia del asma ha resultado ser mucho mayor en Alemania del Oeste. "No son aún pruebas concluyentes, pero está claro que hay una mayor susceptibilidad inmunológica, aunque probablemente no sería la única causa", concluye Antó.

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