Tarancón improvisa

La Feria del Libro puso eufórico al consejero de Cultura, Manuel Tarancón, y sin encomendarse a nadie anunció la creación de una dirección general del Libro. La sorpresa fue tanta que sorprendió a la misma responsable actual de esa área, Consuelo Ciscar, que no obstante celebró la novedad porque el libro -dijo- lo merecía. Muy bien. Incluso merece que el consejero reciba a los editores, que aún no han tenido el gusto de exponerle sus problemas. Pero una vez aplaudida la improvisación, díganos el señor consejero cómo financiará ese departamento siendo así que los presupuestos están cerrados y se avizora una seria contención del gasto público. Díganos también cómo dotará a los institutos de la Música, de Cinematografía y el previsto para la Conservación y Restauración de los Bienes Culturales. ¿Qué santos desnudará para vestir estos otros? En fin, que al consejero se le calentó la boquita y se marcó un farol. Además, ¿en qué queda la prometida reducción del organigrama burocrático? Ha sido un farol, y sólo eso.