Trinitat Nova derribará 891 pisos con aluminosis y levantará 900 nuevos
La Generalitat, el Ayuntamiento de Barcelona y la Asociación de Vecinos de Trinitat Nova firmaron ayer un convenio para demoler 891 pisos afectados de aluminosis y para construir 900 nuevas viviendas en el terreno que quede libre. La reforma urbanística de este barrio obrero se habrá completado en los seis próximos años. Con el acuerdo alcanzado ayer se cierra un largo periodo de nueve años iniciado cuando los vecinos empezaron a reivindicar la sustitución de los pisos que construyó en 1959 el Patronato Municipal de la Vivienda, que tienen tantas deficiencias que hacen inviable su reparación. El Instituto Catalán del Suelo (Incasol) colaborará estrechamente con el Ayuntamiento en Trinitat Nova aplicando el mismo modelo de gestión que ha funcionado en la reforma del Turó de la Peira, barrio en el que se detectó la aparición de la aluminosis en el hormigón de los pisos, pero comprometiéndose a que el calendario de las obras sea más ágil que el que aplicó en el Turó. Los nuevos pisos que construya Incasol tendrán una superficie de 60 metros cuadrados y costarán entre 3.370.000 y 6.950.000 pesetas. El Ayuntamiento se encargará de la urbanización y de adquirir los viejos pisos para entregar, posteriormente, el solar libre de cargas a Incasol. A cambio, la Generalitat entregará al municipio las plazas de aparcamiento que se construyan. El capítulo de la negociación que más ha costado cerrar es el de las condiciones de acceso a las nuevas viviendas destinadas a las familias damnificadas. Por tratarse de un barrio en el que el 30% de sus habitantes son jubilados y personas con rentas muy bajas, se ha establecido un baremo de ayudas que, en función de las rentas, prevé reducciones que oscilan entre el 10 y el 50% del valor del piso. Ello quiere decir que las familias con ingresos inferiores a los 2,5 millones anuales pagarán la mitad del coste de la vivienda; los que cobren entre 2,5 y 3,5 millones anuales, tendrán un 30% de ayuda; y los que ingresen entre 4,5 y 5,5 millones, sólo tendrán un 10% de reducción. No todos los vecinos se inclinan por trasladarse a un piso nuevo. Por esta razón, está previsto que 90 viviendas viejas se rehabiliten. Otra modalidad que se prevé tiene como destinatarios a las personas que cobran menos de un millón al año, quienes podrán acceder a un piso nuevo pero en régimen de alquiler. Las dificultades que han surcado las negociaciones entre vecinos y administraciones quedaron ayer de lado cuando, finalmente, cada una de las partes plasmó su firma en el convenio. Todo eran felicitaciones por un proceso que aspira a continuar sumando esfuerzos. Desde el Ayuntamiento, el concejal de Política de Suelo y Vivienda, Antoni Santiburcio, felicitó al director de Arquitectura y Vivienda, Ramon Roger, como al presidente de los vecinos, Diosdado Rebollo, por su actitud dialogante para afrontar la renovación de las viviendas más degradadas de Trinitat Nova.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.