Cataluña ocupa el cuarto puesto mundial en bienestar, según Pujol El presidente exhorta a la sociedad a "agradecer" el progreso

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, destacó ayer el bienestar social de que disfruta Cataluña basándose en un informe sobre calidad de vida y sostenibilidad realizado según los criterios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para evaluar el desarrollo humano. El informe, que situaría a una Cataluña independiente en el cuarto puesto mundial, tan sólo por detrás de Canadá, Francia y Noruega, sirvió de base al presidente para destacar el progreso alcanzado en los últimos años, no sólo económico sino también social, algo que, afirmó, "la sociedad catalana debe reconocer".

El presidente Pujol explicó el contenido del informe, realizado obedeciendo los criterios del Informe de Desarrollo Humano, que, además de incluir términos económicos como el producto interior bruto (PIB) y la renta per cápita, valora aspectos como la esperanza de vida y la escolarización. El presidente, que pronunció una conferencia en Tarragona ante un centenar de personalidades representativas del mundo empresarial, sindical, asociativo y cultural, se mostró flexible con los datos del informe -"en otras cuestiones o con otros parámetros nuestra posición variaría, pero en ningún caso mucho más allá", dijo- y relacionó sus resultados con el desequilibrio presupuestario de la Generalitat por conceptos como la sanidad y la enseñanza, "pese a que somos criticados por ello en muchas ocasiones", añadió. La extrapolación del informe de la ONU a Cataluña ha sido obra de Josep Miró i Ardèvol, Frederic Miralles y Miquel Ferrer. En el transcurso de la conferencia únicamente se hicieron dos referencias a España o al Estado español. El líder nacionalista afirmó que el PIB catalán aumenta de forma progresiva año tras año, "lo cual", dijo, "nos posibilita estar en la media europea, lo que, recordémoslo, es estar en el medio de un club de ricos", pero se mostró más exigente en cuanto a la renta per cápita, "cuyo crecimiento se está poniendo en peligro por la transferencia de capital de Cataluña al Estado". Tras reconocer que los méritos se deben atribuir a toda la sociedad, Pujol dio un paso al frente y alertó de que una población puede "estar enferma si no se produce un reconocimiento de los progresos realizados". Es más, poco antes, en La Pobla de Mafumet, después de destacar la transformación de la población en los últimos 20 años, coincidentes con su gobierno, el presidente exhortó a los asistentes "a tener agradecimiento y ser conscientes del esfuerzo de progreso y de equilibrio realizado". El dirigente nacionalista afirmó que los próximos pasos suponen una revisión del sistema de valores de la sociedad catalana, para lo que pretende abrir un periodo de reflexión, tras el cual, afirmó, se darán "las condiciones positivas para dejar finalmente el país a las generaciones futuras". Pujol ejemplificó el proceso que se debe seguir con la iniciativa desarrollada en Noruega, que supuso la apertura de un periodo de debate entre diferentes colectividades. El presidente puntualizó: "En estos momentos no estamos preparados para ello", pero aseguró a los asistentes a la conferencia que pretende introducir medidas al respecto el año que viene, en la próxima legislatura.