Aznar niega en el Congreso haber recibido dinero de los constructores del "caso Zamora"

El presidente del Gobierno, José María Aznar, negó ayer categóricamente varias veces que el PP o él mismo hayan incurrido en alguna "actuación ilegal o inmoral" en el caso Zamora. También rechazó haber "conocido o tenido ninguna relación con ninguna supuesta o imaginaria trama de financiación de AP ni del PP". Tampoco aceptó "haber recibido ninguna cantidad de dinero" del empresario que ha ratificado ante el Tribunal Supremo que le entregó un millón de pesetas para su campaña a la Junta de Castilla y León en 1987. Aznar sí admitió conocer redes de financiación ilegal, pero en el PSOE.

El portavoz del grupo socialista en el Congreso, Luis Martínez Noval, en la sesión de control al Gobierno, interrogó al presidente sobre qué posición adoptaría si se confirma la declaración del constructor Antonio Sangregorio ante el Supremo en la que asumió haber entregado un millón de pesetas para la campaña de Aznar en 1987 como parte de un donativo de tres millones entregado en un hotel de Valladolid por tres empresarios. El dirigente socialista agregó luego, en su réplica al presidente, que no sólo había confirmado esa aportación Sangregorio sino el propio vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, ex secretario general del PP, cuando habló de que esos donativos en aquella época eran algo normal y legal. El portavoz del PSOE se atrevió incluso a dar un consejo a Aznar. Le recordó la nueva doctrina impartida por el actual secretario general del PP, Javier Arenas, sobre la responsabilidad política en casos de corrupción y que se sustenta en que el imputado debe dimitir o ser suspendido de militancia. El dirigente socialista le instó a que se aplicase esa máxima por la condena contra su ex consejero en Castilla y León Miguel Pérez Villar.

Aportaciones legales

Aznar empezó por responder que ni su partido ni él tienen una "posición política especial" sobre este caso porque jamás habían cometido una "actuación ilegal o inmoral". Luego agregó que nunca había conocido ni tenido relación alguna con tramas ilegales de su partido. Fue ahí cuando señaló que tampoco había recibido ninguna cantidad de dinero "de esa persona", en alusión a Sangregorio. "No he dado nunca ninguna contraprestación ni trato de favor a ninguna persona que libre y voluntariamente, y en lo que yo sé, legalmente, pueda haber hecho una aportación a mi partido para su financiación". Sí tuvo conocimiento de "otras tramas de financiación ilegal". "Las que ustedes han hecho y que están condenadas por sentencia firme", afirmó aludiendo a los socialistas. El presidente del PP no aceptó el consejo que le había ofrecido Martínez Noval para que asumiese su responsabilidad política. Le contestó recomendándole que se ocuparse de sus muchos problemas: "Hablando de redes y tramas ustedes sí, nosotros no". Los diputados populares presentes en el hemiciclo increparon a los socialistas con voces sobre el caso Filesa. Los del PSOE devolvieron la algarada con llamamientos de dimisión.

El jefe del Ejecutivo confirmó que ha dado órdenes para ratificar la querella presentada en su día contra el primer constructor que denunció el caso Zamora, Eduardo Corrales. No aclaró cómo resolverá el PP el trámite de esa ratificación, si con un procurador o vía notarial ya que Aznar no piensa acudir.

El Grupo Socialista, que se refiere al caso Zamora como caso Aznar, reclama, al menos, que el presidente elabore una "notita" tan "sincera y explícita" sobre ese caso como la suscrita por José Borrell sobre el escándalo que afecta a dos ex colaboradores suyos en su etapa como secretario de Estado de Hacienda y que están siendo investigados por haber recibido pagos del Grupo Torras por varios cientos millones de pesetas.