Casi la mitad del recorte de ayudas al campo se concentra en el girasol

El girasol es el gran perdedor de la reciente reforma de la Política Agraria Común (PAC). En el trienio 2000-2003, las ayudas europeas al cultivo -el sexto en volumen de producción de la comunidad autónoma- serán recortadas gradualmente. La Junta calcula que de los 12.000 millones que cada año perderá el campo andaluz por la reforma de la PAC, el girasol concentrará más de 5.000 millones, lo que supone que esta herbácea absorberá casi la mitad de los recortes acordados por Bruselas.

Hasta el año 2003 los agricultores perderán un 33% de las subvenciones, que pasan de las actuales 15.680 pesetas por tonelada a 10.981 pesetas. La Consejería de Agricultura teme que la reducción de las subvenciones traiga aparejado un cambio en el mapa de cultivos, ya que difícilmente los 24.321 productores de girasol encuentren rentable su siembra. La producción andaluza supone el 44% de la nacional. Las provincias con mayor superficie sembrada y, por tanto, las más afectadas, son Sevilla (196.650 hectáreas), Córdoba (77.340), Cádiz (57.250) y Huelva (25.450). Hay un segundo efecto que la consejería no ha cuantificado, pero estima que será grave: la repercusión en la industria aceitera, cuyas fábricas se ubican junto a las zonas de cultivo. Más del 90% del girasol que produce la comunidad se destina a su transformación en aceite. José Emilio Guerrero, secretario general de Agricultura de la Junta, cree que si disminuye la superficie sembrada, la industria verá comprometido el nivel de aprovisionamiento, "lo que pondrá en grave riesgo su supervivencia" porque para las empresas no será rentable transportar la materia prima desde zonas de producción más alejadas. Según los cálculos de la patronal Asaja, entre los ingresos por la venta de la producción y las subvenciones, los agricultores obtienen en la actualidad unas 43.000 pesetas anuales por hectárea cultivada, cifra que cubre los costes. Pero en el año 2003, cuando se haya hecho efectivo el recorte de las ayudas, los ingresos bajarán a 37.000 pesetas. "Y esa cantidad ya no compensa los gastos de cultivo". Asaja no cree que el reforzamiento de las subvenciones agroambientales vayan a paliar los efectos negativos.