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Descubierto el primer sistema planetario similar al solar a 44 años luz de la Tierra

Astrónomos de EEUU detectan dos cuerpos mayores que Júpiter en torno a una estrella

El primer sistema planetario descubierto distinto del sistema solar consta de al menos tres enormes planetas alrededor de una estrella de la constelación de Andrómeda, según anunciaron ayer astrónomos de cuatro observatorios; entre ellos, el equipo del estadounidense Georg Marcy, el más prolífico cazador de planetas. Marcy y el también estadounidense Paul Butler dedujeron en 1996 la existencia de un planeta alrededor de esta estrella, pero los cálculos no les cuadraban. Ellos y otros astrónomos han deducido ahora que existen otros dos planetas.

El anuncio hecho ayer en San Francisco es el resultado de numerosas observaciones de estrellas similares al Sol realizadas en los últimos años, sobre las que se han hecho cálculos y cálculos hasta deducir la existencia de planetas en 18 de ellas. Como continuación se ha detectado un sistema planetario alrededor de la estrella Ípsilon, de la constelación de Andrómeda, que es bastante brillante y se empezará a ver de nuevo en junio. Está situada a 44 años luz de la Tierra, dentro de la misma galaxia, la Vía Láctea. Todo ello se hace con métodos indirectos. Ninguno de estos planetas se ha podido observar directamente hasta ahora.Lo que se estudia es el bamboleo de la estrella al resultar afectada por el tirón gravitatorio del planeta o planetas que dan vueltas alrededor de ella.

La única explicación que la mayoría de los astrónomos encuentran para este ligero bamboleo, que era imposible de detectar hasta hace poco, es que existan planetas alrededor de la estrella. Esta revolución astronómica no es aceptada, sin embargo, por algunos disidentes, que creen que el bamboleo detectado se puede deber a otras causas.

Muy distintos

Los planetas detectados hasta ahora son muy distintos de lo que cabría esperar si han seguido el mismo proceso de formación que el sistema solar. La mayor parte son muy masivos y supuestamente enormes, y están muy cerca de las estrellas respectivas. En el caso del sistema planetario ahora anunciado, el primer planeta, que ya era conocido, se encontraría en una órbita circular a sólo nueve millones de kilómetros.

Los planetas cuya existencia se ha deducido ahora estarían a 124 y 375 millones de kilómetros, respectivamente (la distancia de la Tierra al Sol es de 150 millones de kilómetros). Los tres planetas serían bastante masivos, con una masa aproximada de tres cuartos, dos y cuatro veces la de Júpiter, respectivamente.

En el sistema solar, Júpiter está mucho más lejos que cualquiera de estos planetas, a 778 millones de kilómetros. Además, los dos planetas ahora descubiertos tendrían órbitas elípticas, al igual que nueve de los encontrados alrededor de otras estrellas anteriormente.

Todo esto no es fácil de explicar. "No me explico cómo se pudo formar un sistema de planetas tan grandes", ha reconocido Marcy, de la Universidad del Estado de San Francisco. "Esto revolucionará la teoría de formación de planetas".

Otro de los astrónomos que han intervenido en esta detección, Robert Noyes, del Centro Harvard-Smithsonian de Astrofísica, dijo: "Una cuestión recurrente es si cuerpos masivos que orbitan en aparente aislamiento alrededor de estrellas son realmente planetas, pero ahora que hemos detectado tres es difícil pensar en otra explicación". Esta explicación es que fueran en algunos casos estrellas apagadas.

En una reciente entrevista con EL PAÍS, Michel Mayor, el astrónomo suizo que descubrió en 1995 el primer planeta extrasolar, explicaba: "La técnica que utilizamos favorece el hallazgo de planetas grandes muy cercanos a la estrella. Por ahora sólo tenemos un puñado de objetos muy excepcionales, pero puede que haya sistemas planetarios parecidos al nuestro y otros muy diferentes".

Recordaba Mayor en esta entrevista que será preciso esperar algunos años para tener los telescopios adecuados (como los cuatro telescopios europeos VLT que se están construyendo en Chile, actuando de forma combinada). Incluso entonces, los planetas apenas se verían, ya que son cuerpos relativamente pequeños y oscuros, cuya observación se ve dificultada por el brillo de la estrella que orbitan.

Pruebas extraordinarias

El hecho de que varios equipos de investigadores hayan llegado a la misma conclusión sobre la existencia de un sistema planetario en Ípsilon Andromedae afianza el anuncio hecho ayer. "Éste es un anuncio extraordinario y exige pruebas extraordinarias", ha dicho Debra Fischer, del equipo de Marcy.

Las medidas que revelaron en 1996 la existencia del primero de estos planetas tenían algunas características extrañas. Nuevas medidas sirvieron para deducir la existencia de otro planeta primero y de un tercero después, aplicando las tradicionales ecuaciones de Kepler.

Una simulación por ordenador sugiere que es posible la estabilidad de este extraño sistema planetario. Su formación sigue siendo un misterio: "Lo normal es que los grandes planetas se formen al menos a 600 millones de kilómetros de la estrella, donde la temperatura es lo suficientemente baja para que se forme hielo", ha dicho otro de los astrónomos.

Puestos a pensar en explicaciones, los científicos sugieren que los planetas pueden haberse formado más lejos y luego, tras chocar entre sí, situarse en sus órbitas actuales, o formarse por colisiones de muchos planetas pequeños.

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