Ibarretxe pide a los sindicatos que desconvoquen la huelga por las 35 horas. Los sindicatos insisten en que la huelga responde a la "intransigencia" de la patronal a negociar

El lehendakari, Juan José Ibarretxe, considera un error la convocatoria de una huelga general por los sindicatos nacionalistas y UGT en apoyo de la semana laboral de 35 horas. Para el jefe del Ejecutivo vasco, "no existen razones objetivas" que justifiquen una medida "absolutamente desproporcionada". En una declaración pública, Ibarretxe señaló ayer que no es "comprensible" que la respuesta de los sindicatos a la primera dificultad en sus negociaciones con la patronal para la reducción del tiempo de trabajo sea la convocatoria de una huelga general, "un recurso extremo para casos extremos". El lehendakari animó a los sindicatos a desconvocar la huelga y recuperar junto a los empresarios el "clima de diálogo y cooperación constructiva" que ha presidido sus relaciones en los últimos meses y que ha posibilitado sellar un pacto por el empleo que prohíbe las horas extras, salvo excepciones muy concretas, y abre la puerta a la renovación de las plantillas a través de los contratos de sustitución y de relevo. "La convocatoria de una huelga general no es el camino más adecuado", insistió. "El objetivo de reducir el paro nos compromete a todos y los instrumentos que debemos utilizar son la negociación y la capacidad de llegar a acuerdos".Las centrales nacionalistas, que han convocado la huelga general para el 21 de mayo en Euskadi y Navarra, volvieron a insistir ayer en que el paro se debe a motivos estrictamente sindicales, a la "intransigencia" de la patronal a negociar la reducción de jornada y que no existen connotaciones políticas. UGT sólo ha hecho el llamamiento para el País Vasco. Mientras, la patronal Confebask auguró un enfriamiento de las relaciones con los sindicatos en el seno del Consejo de Relaciones Laborales (CRL). Según su director de Relaciones Laborales, Jon Bilbao, la huelga corresponde a "un plan premeditado y escrito desde hace mucho tiempo". "Hace tiempo que las centrales habían anunciado que se iba a hacer un paro general. Tengo la impresión de que cualquier cosa que hubiéramos hecho para evitarlo habría tenido poco sentido", añadió. La amenaza de convocar un paro viene de lejos. ELA ya apuntó en septiembre que "existían todas las posibilidades" de promover una huelga si la patronal no abandonaba su postura "numantina" respecto a la reducción de jornada. Apenas dos días después de lograr el pacto por el empleo, el 6 de enero, el secretario general de LAB, Rafa Díez, dejó caer que la segunda fase de negociaciones en el CRL, en la que se trata sobre la semana de 35 horas, iba a estar con la huelga general encima de la mesa. La convocatoria de esta movilización vuelve a reabrir una etapa de confrontación, que parecía cerrada tras el acuerdo laboral logrado en el CRL, y que durante mucho tiempo ha paralizado el proceso de reforma del mercado laboral. El dirigente de ELA José Miguel Unanue acusó ayer a Confebask de "irresponsable" por no presentar ninguna propuesta a lo largo de los quince meses que lleva negociando sobre la reducción de jornada con las centrales. Sin embargo, Jon Bilbao puntualizó que la patronal sí ha realizado una propuesta desde el inicio de las conversaciones: que la reducción de jornada se negocie de forma individualizada, empresa a empresa, y que no se recurra a una directiva general, porque las situaciones son muy diferentes en cada ámbito empresarial. Sindicatos y patronal coincidieron ayer en la comisión de Trabajo y Acción Social del Parlamento vasco para detallar los pormenores del pacto por el empleo cerrado en enero. Todos los partidos les felicitaron por este acuerdo.