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La sala Metrònom presenta un recorrido por el audiovisual catalán en la exposición "Fora de camp"

Fora de camp, set itineraris per l"audiovisual es un paseo por la memoria creativa reciente mediante la exhibición de material audiovisual realizado en Cataluña desde principios de la década de los sesenta hasta la actualidad. Un material que, si bien refleja los más inmediatos prolegómenos de nuestra contemporaneidad, ha tenido que ser rescatado en gran parte del olvido y del deterioro. La exposición, inaugurada ayer en la sala Metrònom de Barcelona, ha sido organizada por el centro KRTU, dependiente del Departamento de Cultura de la Generalitat, y tiene como comisarios a Aurora Corominas y Ramon Espelt, que han contado con el asesoramiento de Jordi Balló. Los soportes cinematográficos originales, como el Super 8, han sido pasados a formato vídeo. La exposición ha contado con un trabajo previo de rescate. Uno de los objetivos de la exhibición era hacer un trabajo de arqueología moderna. "Hemos intentado recuperar material del que había documentación pero que no sabíamos si todavía se conservaba", explicó ayer Aurora Corominas. Las películas que han centrado el interés no han sido trabajos comerciales, sino aquéllas que, desde una cierta marginalidad, podían ayudar a ofrecer una panorámica más completa de la evolución del audiovisual en Cataluña. Esta recuperación y presentación de material cinematográfico abarca creaciones muy diversas, lo que ha llevado a los comisarios a dividir el material en siete itinerarios. "Los itinerarios surgieron de una manera natural, sin forzarlos. A medida que revisábamos las películas, cada pieza encajaba en uno de ellos", explicó Corominas. Estos apartados de la exposición son: La Memoria, Espejos, La Galería, El Escenario, Danzando, Imágenes de la Música y En la ciudad. En La Memoria puede visionarse, por ejemplo, un fragmento de la actuación de los Beatles en Barcelona, en 1965, realizado por Francesc Betriu, Pedro Costa y Joan Amorós, perteneciente al archivo Nodo. También unas imágenes de Helena Lumbreras, originalmente rodadas en 16 milímetros, que recogen la celebración de la Diada de Sant Jordi, en Sant Boi, en 1976. Junto a estas obras que recogen momentos de incidencia multitudinaria, se muestran también otras piezas de carácter más intimista. Un ejemplo es un recital del poeta Enric Casassas. El apartado dedicado a las imágenes del mundo artístico se divide en dos espacios diferenciados, en los que se pueden contemplar creaciones audiovisuales de artistas plásticos, como Barcelona vista per Antoni Clavé, 1000 a Miró, de Benet Rossell, y Viaje a la Luna, de Frederic Amat, y también a artistas realizando su proceso habitual de creación, como Susana Solano, Tàpies y Miró, entre otros. La activa escena catalana, en la que también se incluyen las performances, también es recogida con curiosas filmaciones, como La boda, de Albert Vidal. En este apartado, también puede visionarse Niños buenos, niños malos, de Carlos Pazos y Toni Serra, entre otras muchas piezas. El mundo del baile visto a través del audiovisual es recogido con fragmentos de Los Tarantos, de Rovira Beleta, y de las coreografías de Cesc Gelabert. En esta sección, pueden verse trabajos de Joan Pueyo y Manuel Huerga, entre otros. Con una cuidada y diferenciada escenografía para cada apartado, los visitantes deberán pasar largas horas o repetir su visita ya que, en total, se emiten 21 horas y media de imágenes en movimiento. Las obras exhibidas son 196, realizadas por más de 200 autores. Esta exposición, que es itinerante, podrá verse en otras salas a partir del próximo 30 de mayo, cuando se clausure en la sala Metrònom. También está prevista una versión que sólo incluye el material audiovisual para que sea presentada en festivales cinematográficos y de vídeo.

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