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Por culpa de la crisis

En este caso, la geografía y la economía están emparentados. No es casual que las principales localidades que pierden concejales, y por tanto población, estén bañadas por la orilla izquierda del río Nervión. En el fondo, la culpa de estos descensos se debe a la crisis económica de esa zona, que ya remite. De hecho, los problemas de Barakaldo, Santurtzi, Basauri y Llodio no radican en cuántos ediles tendrá la próxima corporación, o en si perderán peso específico en la organigrama foral. Su verdadera batalla radica en obtener subvenciones europeas. Sólo así podrán invertir la tendencia de los últimos años. Barakaldo, por ejemplo, es tras Bilbao la segunda localidad que más ciudadanos pierde en los últimos años, con una media de 500 por año. Otros lugares que viven en el alambre de la escala electoral son Azkoitia (10.231 habitantes), Oñati (10.634), Zumárraga (10.330), Arrigorriaga (10.502), Portugalete (53.498, tras perder en sólo cuatro años) y Ondarroa (10.114). En el lado contrario, otros pueblos siguen una tendencia alcista. Uno de los ejemplos más claros es Zarautz, que en la última estadística aparece con una población de derecho de 19.716 residentes, cuando en las anteriores elecciones municipales contaba con 18.752. Las variables económicas, evidentemente, tienen un gran valor en esta cuestión.

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