Borrell matiza que no está bajo inspección fiscal, pero pide el mismo celo hacia Piqué
José Borrell trató ayer de subsanar el error, aunque él rehusó utilizar ese término, cometido por una persona de su entorno íntimo al dar a entender que la Agencia Tributaria ha iniciado una inspección fiscal contra él. El dirigente socialista se vio obligado a matizar que Hacienda le ha pedido una aclaración para verificar su declaración de la renta de 1997. Borrell limitó sus consideraciones políticas a reclamar el mismo celo para inspeccionar a ministros sobre los que hay "indicios relevantes" de irregularidades fiscales, en alusión a Josep Piqué.
El candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno se vio forzado a aclarar ante los medios de comunicación, poco antes de acudir a un almuerzo en la Residencia de Estudiantes, el verdadero alcance de la notificación que le ha dirigido la Agencia Tributaria y que fue difundida por una persona de su entorno como si tuviera la dimensión de una inspección fiscal.José Borrell trató de situarse en un difícil equilibrio: precisar el verdadero contenido del requerimiento de Hacienda, sin aceptar que en su círculo íntimo se ha cometido el error de lanzar una versión inexacta y equívoca, y cuidarse de afirmar que el requerimiento tiene una motivación política, pero resaltando el hecho de que, ciertamente, ha recibido una notificación de la Agencia Tributaria.
El líder socialista se escudó en que, personalmente, él no ha cometido ningún error y trató de amparar a quien difundió la intervención de Hacienda aduciendo que "el término inspección fiscal puede interpretarse técnicamente de distinta manera y probablemente para el común de los mortales una citación de Hacienda sea una inspección tributaria".
El secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa, replicó que, dadas las responsabilidades que Borrell tuvo en ese departamento, "conoce muy bien la diferencia entre la existencia de una comunicación y un proceso de inspección fiscal".
Borrell aseguró que responderá a la solicitud de aclaración con la tranquilidad de saber que siempre ha cumplido con sus obligaciones tributarias y con la disposición a rectificar con la mayor rapidez si hubiera incurrido en algún error.
Luego, a la vez que expresó su confianza en los profesionales de la Agencia Tributaria, pidió que se observe el mismo celo con todos los ciudadanos, "sean o no sean ministros, sobre todo cuando hay indicios que hubiesen aconsejado ya una inspección tributaria".
El director de su gabinete, Luis Yáñez, mantuvo la interpretación de que se trata de una persecución política y declaró en Radio Nacional: "No puede ser debido al azar que, precisamente cuando estamos denunciando el escándalo fiscal y tributario del señor Piqué, el líder de la oposición reciba una comunicación que intenta amedrentarlo, someterlo a una investigación al más puro estilo macarthiano".
Por la tarde, en una entrevista en CNN+, Borrell señaló que "si lo que se ha dicho de Piqué se hubiese dicho de cualquier otra persona, seguro que ya estaría siendo objeto de una inspección". Ante la descalificación que hizo de él, ayer a mediodía, el portavoz del Gobierno, quien cuestionó su solvencia como aspirante a la Presidencia del Ejecutivo, Borrell afirmó que la permanencia de Piqué en el Gobierno ya es "una vergüenza nacional".
El secretario de Estado de Hacienda trató de poner de manifiesto que la versión difundida por el entorno de Borrell no responde a la realidad, y aprovechó para acusarle de una "gravísima falta de responsabilidad". "Me parecería extraordinariamente grave", añadió, "que Borrell y sus colaboradores hayan manifestado que la Administración Tributaria va a realizarle una inspección y eso sea falso. Borrell sabe muy bien cómo debe funcionar la Administración a la hora de incorporar o no a un ciudadano a un plan de inspección". En cambio, la presidenta de la Asociación de Subinspectores de Tributos, Alicia Arteta, dijo que no cree que se trata de una casualidad la notificación dirigida a Borrell, dadas las probabilidades estadísticas de que él resultase elegido.
Para el secretario general del PP, Javier Arenas, el comportamiento del líder socialista y de su entorno merece el calificativo de "show", informa Arenas aconsejó al candidato socialista "más seriedad, prudencia y responsabilidad".
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