El cardenal Rouco da plantón al presidente de los protestantes alemanes

El presidente de la Iglesia Protestante Alemana, Manfred Kock, se entrevistó ayer en el Ministerio de Justicia, en Madrid, con el director general de Asuntos Religiosos, Alberto de la Hera, pero recibió un sonoro plantón del cardenal Antonio María Rouco, con el que tenía concertada una cita desde hace un mes para reunirse de nueve a once de la mañana. En Alemania hay 27 millones de protestantes; en España, 350.000.

Tan complicado y difícil como cuando el valeroso Jorge Borrow quería vender la Biblia en España, a mediados del siglo pasado. Los protestantes reconocen sin reticencia la evidente "hegemonía" de la Iglesia Católica en España, pero les disgusta y les preocupa la prepotencia con que se muestra esa "preponderancia". Ayer lo constataron una vez más, aunque aparentemente por "un problema de agenda" del cardenal arzobispo de Madrid.El enfado de la delegación de eclesiásticos que acompaña al obispo Kock durante su visita oficial era más contundente entre los españoles. Por el contrario, el presidente de los protestantes alemanes enjuició muy positivamente la situación jurídica española en relación con la libertad religiosa. "Permite en la práctica que el protestantismo en España pueda crecer", dijo Kock.

Sólo a preguntas de los periodistas, al final de una larga conferencia de prensa ofrecida en el Ministerio de Justicia, el obispo Kock se refirió a la entrevista fallida con Rouco. "No sé si tiene sentido hablar en público sobre estas cuestiones, pero, en cualquier caso, animo a los evangélicos españoles a que no se dejen acobardar por cualquier circunstancia que obstaculice su trabajo diario", dijo Kock con templanza germánica. Es teólogo, obispo y máximo dirigente desde 1997 de la poderosa iglesia luterana en Alemania, que cuenta con 27 millones de fieles.

Kock matizó que en el encuentro con Rouco quería expresar "el respeto de una Iglesia visitante a la predominante en España". "Pero no se ha podido hacer. Me han ofrecido una entrevista el viernes o el sábado, pero esos días visito Barcelona y Mallorca", explicó el obispo Kock después de mencionar las "buenas relaciones" que mantiene con el presidente de la Conferencia Episcopal alemana. "Uno de los aspectos positivos que los protestantes pueden aportar a la sociedad española es el de la libertad de conciencia, entendida como el respeto a los copartícipes en la sociedad", añadió sin malicia el prelado alemán.

El director general de Asuntos Religiosos, Alberto de la Hera, recibió al obispo Manfred Kock en el Ministerio de Justicia, pero fue sólo "un encuentro protocolario". "Hemos hablado del interés genérico de la Iglesia protestante europea por el entendimiento con el Gobierno español", dijo De la Hera.

Uno de los temas que más preocupa a los obispos protestantes de Alemania es el de la asistencia religiosa a los ocho millones de turistas de ese país que visitan España cada año, de los cuales al menos un millón son jubilados que han adquirido una vivienda o que residen en España más de seis meses al año.

El Papa y Rouco

Rouco recibió ayer recriminaciones, pero también felicitaciones efusivas. Juan Pablo II le nombró el martes ponente general y relator de la II Asamblea Especial del Sínodo de Obispos para Europa, que se celebrará del 1 al 23 de octubre en el Vaticano, y el director general de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia, Alberto de la Hera, lo ha celebrado con entusiasmo. "Me alegro infinitamente de su nombramiento. He seguido en los últimos años a los cardenales nombrados relatores del Sínodo de los Obispos y siempre han sido personas muy significadas y de mucha importancia en el respectivo continente. El Papa ha elegido siempre con mucho cuidado al relator, porque es el que presenta los temas, hace la oferta a los padres sinodales y da la orientación. El nombramiento indica una enorme confianza de Juan Pablo II en el cardenal Rouco", dijo el director general.Alberto de la Hera y Rouco fueron compañeros de estudios en Munich, donde ambos se doctoraron en Derecho Canónico. "Somos muy amigos", reconoció el director general.