Los aliados rechazan el alto el fuego de Milosevic
La OTAN intensifica los ataques sobre objetivos militares y económicos en toda Serbia
El Gobierno de Yugoslavia y el de Serbia, en una propuesta conjunta, ofrecieron ayer un alto el fuego unilateral, con motivo de la Pascua ortodoxa, y una negociación de paz con el dirigente de los kosovares, Ibrahim Rugova, como interlocutor. Pocas horas antes, la OTAN había intensificado sus bombardeos en 12 puntos de Serbia sobre objetivos militares y económicos de importancia estratégica. Tras un primer momento de escepticismo, las capitales aliadas rechazaron en cascada la propuesta de tregua de Belgrado, que los responsables de la Alianza Atlántica desestimaron finalmente anoche por ser "claramente insuficiente", según un comunicado de su secretario general, Javier Solana.
"Vamos a vivir muchos más momentos como este, de ofertas de alto el fuego de Milosevic", señalaron fuentes atlánticas. "Pero no nos vamos a dejar engañar", añadieron. La OTAN especulaba ayer con dos posibles explicaciones ante la propuesta de Milosevic. "O bien es la primera constatación de que por fin se ha dado cuenta de que está muy tocado después de dos semanas de campaña aérea, o bien se trata pura y simplemente de una treta para intentar dividirnos", declararon fuentes aliadas.Tras una serie de consultas realizadas por Solana, el Consejo Atlántico se reunió a última hora de la tarde y en apenas unos minutos tomó la decisión unánime de rechazar el alto el fuego. "La decisión estaba cantada desde el momento en que Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Alemania ya se habían pronunciado en público contra la posibilidad de detener los ataques aéreos", declararon fuentes atlánticas.
La oferta de tregua ha coincidido con la mayor ofensiva lanzada por los aliados desde que empezaron los ataques aéreos. En la noche del lunes al martes unos 120 aviones atacaron más de 30 objetivos yugoslavos, causando "enormes destrozos", según la OTAN. Los últimos bombardeos, sin embargo, no están tocando a la segunda república de Yugoslavia, Montenegro, que mantiene una línea abierta de oposición al hombre fuerte del régimen de Belgrado, Slobodan Milosevic.
Pascua ortodoxa
En la capital serbia y yugoslava se anunció ayer que el alto el fuego unilateral iba a comenzar a partir de las 20.00 de ayer, con motivo de "la más grande celebración cristiana, la pascua [ortodoxa]". Pasada esa hora, se escucharon en Belgrado las sirenas de alarma aérea, siguieron disparos de la artillería antiaérea y, poco más tarde, al menos seis explosiones pocedentes de las afueras de la ciudad. La propuesta se refiere a ataques de las fuerzas yugoslavas contra "la organización terrorista del Ejército de Liberación de Kosovo [ELK]", pero no dice nada de detener las acciones contra la población civil de Kosovo.La propuesta parte de lo que se califica en Belgrado como "acuerdo entre el presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, y el doctor Ibrahim Rugova", el pasado 1 de abril para "resolver los problemas de Kosovo sólo por vía pacífica". El comunicado oficial cita los dos puntos del acuerdo con el líder albano kosovar: trabajar juntos para lograr un acuerdo político y para resolver el problema de los refugiados.
Tras el preámbulo con la mención a Rugova, la propuesta de Belgrado contiene otros tres puntos:
1. Cese el fuego contra el ELK, con la esperanza de que sea comprendido como una señal de buena voluntad. "Esperamos también que los elementos extremistas, respetando la voluntad de la mayoría de los habitantes de Kosovo, pararán sus actos de terrorismo contra los civiles y representantes del poder".
2. Negociación con los representantes kosovares, es decir Rugova, para preparar un acuerdo político provisional, que posibilite la autonomía de Kosovo y que sirva de base para una solución duradera.
3. Preparar junto con los representantes kosovares, "cuyo líder es Rugova", un programa para el retorno de los refugiados con participación del ACNUR, la organización de refugiados de la ONU, y de la Cruz Roja Internacional.
La propuesta de cese el fuego contra el ELK carece en realidad de mucho contenido. Tras el inicio de los bombardeos en Kosovo, el régimen de Belgrado ha barrido al ELK y a decenas de miles de kosovares que le servían de protección. Desde una perspectiva militar, el cese el fuego contra el ELK equivale a proponer dejar de pegarle a un muerto.
Antes de que se hablara de regua en Belgrado, los misiles y aviones de la OTAN aprovecharon la mejoría del tiempo para intensificar sus bombardeos y la presión sobre Milosevic.
En Novi Sad, la capital de Voivodina, las bombas dañaron al tercer puente de la ciudad sobre el Danubio, el único que queda en pie. El puente quedó afectado y ahora sólo permite el paso de peatones. Los bombardeos sobre Novi Sad duraron más de cinco horas. Las bombas cayeron primero sobre una refinería de petróleo y una bola de fuego se elevó al cielo. Después dañaron también un repetidor de televisión, dejando sin imágenes a buena parte de la Voivodina.
Más al norte, en Sombor, casi al lado de la frontera con Croacia y Hungría, los misiles destrozaron los depósitos de combustible en la zona industrial, a unos 10 kilómetros del centro de la ciudad. Otro de los objetivos de las bombas fue el puente del ferrocarril sobre el Danubio.
En Pancevo, a unos 20 kilómetros de Belgrado, tres explosiones dañaron la refinería de petróleo. En Loznica, a unos 10 kilómetros de la ciudad, las bombas destrozaron el repetidor de la televisión. Lo mismo ocurrió en Kragujevac, en la Serbia central.
Al sureste, la OTAN bombardeó Nis por cuarta vez. Los misiles cayeron sobre un sector del aeropuerto. Nis es la sede del tercer cuerpo del Ejército de Yugoslavia, encargado de la lucha en Kosovo. Unos 50 kilómetros al norte de Nis, las bombas alcanzaron blancos civiles en la ciudad de Aleksinac.
En Kosovo las bombas afectaron a la capital Pristina, con objetivos en el aeropuerto y el repetidor de la televisión. Los bombardeos se lanzaron también contra el cuartel de la ciudad de Prizren.
Sin tregua ni cuartel
En Washington, el presidente Bill Clinton le dijo ayer a Milosevic que no tendrá tregua ni cuartel hasta que retire sus fuerzas de Kosovo para responder a la oferta de alto el fuego lanzada por Belgrado, informa La Casa Blanca consideró insuficiente la oferta yugoslava de que el alto el fuego sería acompañado de la autorización para que regresen a sus hogares los kosovares refugiados ahora en países vecinos.Washington esperaba algún movimiento semejante de Milosevic y se había preparado para rechazarlo. Como también se prepara para lo que Richard Hoolbrooke adelantó ayer que puede ser la próxima jugada del dirigente serbio: el anuncio de un acuerdo entre Belgrado y un grupo de kosovares. "Milosevic", dijo, "va a intentar llegar a un pacto a medias con la mitad de los líderes de la comunidad albanesa de Kosovo".
Holbrooke contó ayer su último encuentro con Milosevic, el mes pasado. "Le dije: "¿sabe usted lo que pasará cuando me levante y me vaya de este palacio en el que estamos hablando?" Y él respondió: "Nos van a bombardear". Y así terminó la conversación".
La secretaria de Estado Madeleine Albright, el miembro del Gobierno de Clinton que más empujó a favor del comienzo de las hostilidades, también repitió el mismo mensaje. "Creemos", dijo, "que una larga campaña aérea logrará los objetivos que nos hemos marcado".
El Gobierno español, por su parte, no da ningún crédito al alto el fuego ofrecido por Slobodan Milosevic y apoya plenamente la decisión de la OTAN de continuar su ofensiva aérea, informa José Miguel Larraya desde Budapest. Fuentes diplomáticas que acompañan al presidente del Gobierno, José María Aznar, que ayer tarde inició en Hungría una visita oficial, señalaron que la situación ha llegado a tal punto, con la expulsión masiva de la población de Kosovo, que ni siquiera la firma de los acuerdos de Rambouillet, que Belgrado se negó a suscribir en su día, podrían solucionar la situación.
"Muchos países querrán que Milosevic comparezca ante el Tribunal de la Haya como responsable de las muertes que se están produciendo, no sólo en Kosovo, sino entre la población deportada" señalaban esas mismas fuentes.
Condiciones irrevocables para la paz
Los líderes aliados coincidieron ayer en recordar a Slobodan Milosevic cuáles son las condiciones irrevocables para detener los bombardeos de la Alianza Atlántica contra Serbia.Javier Solana. Para que puedan cesar los ataques de la OTAN es necesario: que se pueda producir el retorno de los refugiados "y, por lo tanto, el despliegue de una fuerza de seguridad internacional, la retirada de las fuerzas armadas, las fuerzas de policía y las fuerzas de paramilitares serbias, y la puesta en marcha de un marco político para Kosovo basado en los acuerdos de Rambouillet".
Bill Clinton. "Milosevic puede detener el ataque ahora mismo si retira de Kosovo sus unidades policiales y paramilitares, acepta el despliegue de una fuerza de seguridad internacional para proteger no solo a los kosovares, sino también a la minoría serbia [de la provincia]".
David Leavy. El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos señaló ayer que las dos exigencias básicas de la OTAN para aceptar una tregua son la retirada de las fuerzas yugoslavas de Kosovo y la aceptación de la presencia de un contingente internacional de pacificación en territorio yugoslavo. "Las medidas a medias no detendrán el bombardeo", advirtió.
Jacques Chirac. La propuesta de Milosevic de instaurar un alto el fuego es "indispensable pero insuficiente" para detener las acciones militares de la OTAN, advierte el presidente francés. Los bombardeos deben continuar hasta que el régimen serbio "pare su represión criminal y permita el retorno de los refugiados a sus hogares".
Massimo D'Alema. Para que Milosevic sea tomado en serio son necesarias estas garantías: la retirada de las tropas serbias de Kosovo y la aceptación por parte de Belgrado de la presencia de fuerzas internacionales.
Tony Blair. "Ninguna medida a medias puede suspender los bombardeos".
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