Decenas de miles de manifestantes alemanes piden el fin de la guerra
Decenas de miles de personas salieron a la calle en distintas ciudades de Alemania ayer, en la jornada culminante de las tradicionales marchas pacifistas de Pascua, para pedir el fin de la guerra en Yugoslavia, el cese de de los bombardeos de la OTAN e, incluso, la disolución de esta organización. El ataque de la OTAN a Yugoslavia ha dado un "nuevo impulso" al movimiento pacifista alemán, según comentó en Francfort un portavoz de la central organizadora, que es independiente de los partidos políticos.
"No hemos llegado a transformar la mayoría de opinión contra la guerra en una mayoría capaz de actuar contra la guerra", reconoció desde Francfort un portavoz del movimiento, quien, sin embargo, se mostró satisfecho de la acogida de la convocatoria y anunció nuevas protestas. En total, ha habido acciones en más de 150 ciudades de Alemania durante los tres días de fiesta de Pascua. En Berlín hubo ayer 20.000 manifestantes; en Francfort, 9.000; en Colonia, 4.000, y en Dortmund y Hamburgo, 5.000, respectivamente, según los organizadores.En Berlín, el nombre del ex canciller alemán Helmut Schmidt fue recibido con aplausos por los manifestantes, cuando, desde la tribuna de oradores, se mencionó a éste como ejemplo de oposición al ataque de la OTAN. Paradójicamente, fue el canciller Schmidt quien en los ochenta tuvo que vérselas con los pacifistas por haber tomado la decisión de instalar los misiles nucleares.
Las acciones pacifistas que se celebraron ayer fueron mucho más concurridas que las del año pasado, si bien se quedaron muy lejos de los niveles alcanzados en los años ochenta, cuando centenares de miles de personas se manifestaban por la retirada de Alemania de los misiles nucleares de la OTAN. Con el fin de la guerra fría, estas marchas de inspiración británica, cuyos orígenes en Alemania se remontan a los años sesenta, languidecieron y sólo volvieron a animarse en 1991, durante la guerra del Golfo. En 1993, unas 70.000 personas protestaron contra la participación alemana en el bloqueo del espacio aéreo en Bosnia-Herzegovina.
El conflicto en torno al pacifismo, y la polémica sobre si debe buscarse una nueva definición de este concepto, ocupa hoy a los socialdemócratas del Partido Socialdemócrata (SPD) y a Los Verdes. De una forma u otra, ambos partidos tendrán que afrontar el tema que los desgarra internamente durante los congresos que celebrarán el 12 de abril y el 13 de mayo, respectivamente.
El secretario de organización de Los Verdes, Reinhard Bütikofer, ha opinado que el congreso aprobará la política del ministro de Exteriores, Joschka Fischer, y del Gobierno, pero se ha mostrado menos seguro de que los verdes apoyen el empleo de tropas de tierra en Kosovo. Helmut Lippelt, el portavoz de Exteriores del partido, insiste en la necesidad de buscar una nueva forma de pacifismo.
Por su parte, Benjamin Mikfeld, miembro de la dirección del SPD, ha opinado que el 50% de los militantes de base son críticos con el ataque y ha dicho que el estado de ánimo ha decaído en el partido en los últimos días.
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