La recaudación por impuestos directos creció un 14% en Euskadi y cayó un 9,5% en España. Las Haciendas dicen que los datos de recaudación desmienten que haya una menor presión fiscal

La recaudación de los impuestos directos llevaron el pasado año fiscal caminos llamativamente divergentes en el País Vasco y en el resto de España. Mientras que en 1998 las Haciendas vascas registraron un espectacular aumento de los ingresos por impuestos directos, que alcanzó el 35,7% en el caso del impuesto de sociedades y un 8,1% en el IRPF, la Hacienda estatal recaudó un 5,3% menos por este concepto que en 1997, con una caída en el de la renta del 9,8% que no pudo ser compensada por el crecimiento moderado del de sociedades (4,1%). Por el contrario, la recaudación de los impuestos indirectos tuvo una evolución positiva en los dos ámbitos, aunque en el País Vasco el incremento superó en cuatro puntos (16,3%) al del territorio común (12,2%). En términos globales, el País Vasco ingresó el año pasado por impuestos concertados un total de 1.126.409 millones de pesetas, 97.000 millones sobre sus previsiones (un 14,5% de aumento). Los cálculos del Gobierno central también se quedaron cortos y finalmente, ingresó 862.000 millones más de los previstos. Sin embargo, el crecimiento de la recaudación vasca aumentó más de 5 puntos por encima que la estatal, que lo hizo en un 9,2%. Esta diferencia, y sobre todo el dispar comportamiento de la imposición directa no se explica sólo por el mayor crecimiento de la economía y el consumo en el País vasco. Para los responsables de Hacienda de las Diputaciones y del Gobierno vasco estos resultados no solo refutan que la comunidad autónoma sea "un paraíso fiscal", sino que demostraría que tiene una presión fiscal efectiva superior a la del conjunto de España."Los números demuestran que esto no es un paraíso fiscal, como dicen algunos. Lo que ocurre es que la conciencia fiscal de los ciudadanos es mayor y la efectividad en la recaudación, también", subraya Fernando Olmos, responsable de Hacienda de la Diputación vizcaína. Los datos fiscales de 1998 le permiten a Olmos defender que la elaboración de normas fiscales diferenciadas para las empresas, caballo de batalla con la Administración central y las autonomías limítrofes, no busca atraer empresas y capitales de las comunidades vecinas, sino "crear riqueza y empleo". "Y lo estamos consiguiendo", sentencia. El pasado ejercicio fue excepcional en todos los sentidos para la economía vasca, que creció casi dos puntos (8%) por encima que la del resto de España (6,1%). Y este comportamiento se reflejó en ambos casos en la recaudación. "Pinchazo" en el IRPF Sin embargo, llama la atención el pinchazo de la Hacienda del Estado en la gestión del impuesto de la renta, que supone casi un tercio de sus ingresos, y que en 1998 cayó un 9,8% respecto a la cifra obtenida en 1997. Por el contrario, aumentaron todos los tributos que recaudan las Haciendas forales vascas, aunque el mayor despegue lo alcanzaron los impuestos de sociedades (un 35,7%), el que grava los actos jurídicos documentados (un 46,6%) y las tasas por boletos de juego (un 18%). Los fuertes crecimientos que experimentó la recaudación de los impuestos especiales que gravan el alcohol, los combustibles y el tabaco (un del 83% y del impuesto sobre primas de seguros (un 75,8%) carecen de significación, ya que el pasado fue el primer año en que su gestión correspondió a las Haciendas forales, en virtud de la ampliación del Concierto Económico. Pese a los buenos datos de la economía española, la caída en el IRPF impidió al Estado mantener el crecimiento de la recaudación en el nivel de 1997 (el 13,7%) y se tuvo que conformar con el 9,2%. Este balance final aparece maquillado, sin embargo, por los ingresos no tributarios. Si no se contabilizaran la cantidad obtenida por las privatizaciones de empresas públicas (716.300 millones), los beneficios del Banco de España y las primas de emisión de deuda, la recaudación fiscal del Estado habría crecido un modesto 5,9%. En el País Vasco el incremento medio fue de un 14,5%, que en el cao de Álava subió por encima del 15%. "En los últimos cuatro años ha habido un aumento espectacular del empleo en Álava; se ha pasado del 20% de paro al 9,2%, y esto se nota en el IRPF y en el IVA. Además, el saneamiento empresarial, que ha llevado a las empresas alavesas a invertir más de un cuarto de billón de pesetas, incide en el impuesto de sociedades", explica Juan Carlos Peral, diputado de Hacienda de Álava. Fernando Olmos, por su parte, destaca que en el último cuatrienio se ha multiplicado por diez en Vizcaya la recaudación obtenida por el impuesto de sociedades. "Hemos pasado de recaudar 5.000 millones en el 95 a ingresar 48.500 millones de pesetas en el 98. Y esto, a pesar de que en 1996 bajamos cinco puntos la tarifa del impuesto de sociedades". Para el diputado de Hacienda vizcaíno la explicación de este cambio está en que en ese periodo "se han creado 11.117 empresas en Vizcaya y el capital suscrito por las empresas es muy grande". Reducción del fraude La reducción del fraude fiscal y la mayor concienciación de los contribuyentes son otras razones que explican, en opinión de los responsables de Hacienda, el aumento de los ingresos tributarios. Según señala el diputado de Hacienda de Guipúzcoa, Antton Marquet, "ingresamos cada año del orden de 25.000 millones de pesetas en las operaciones de gestión e inspección para luchar contra el fraude". "Todos los años baja el fraude fiscal porque hacemos operaciones de persecución a los defraudadores para incorporarles al sistema", insiste. Las previsiones de recaudación fiscal para 1999 no son tan positivas. La más que anunciada desaceleración del crecimiento, que empezó a asomar la cabeza en el último trimestre de 1998 y la prudencia tradicional de las previsiones de los responsables de Hacienda, sitúan el crecimiento de la recaudación este año en el 3%. "En 1998 el PIB creció en el País Vasco un 8%, cosa que no había sucedido desde hacía 15 años. Esto no se va a repetir en 1999, porque ha cambiado el ciclo económico y se notará en la recaudación tributaria", anticipa Juan Miguel Bilbao, viceconsejero de Hacienda del Gobierno vasco, quien atribuye el aumento de la recaudación fiscal en 1998 a múltiples causas. Junto a la mejor coyuntura económica, la gestión de las Haciendas vascas y su cercanía a los ciudadanos son las razones que explican, a su juicio, su mayor eficacia comparativa respecto a la estatal.