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La Fundación Riotinto recopila la historia de las minas onubenses

El Archivo Histórico Minero de la Fundación Riotinto contiene fragmentos de los dos últimos siglos de historia de la provincia onubense. La sede se halla en lo que en su día fue la Agencia: el lugar donde los mineros acudían a cumplimentar los trámites para trabajar en los yacimientos de la sierra de Huelva, que existen desde el Calcolítico. En el Archivo hay 22.000 unidades, ordenadas desde 1987, cuando se creó la Fundación Riotinto, institución encargada de recuperar el patrimonio cultural y potenciar el turismo en la zona.

"Hemos recogido los documentos y los hemos organizados y conservados. Había pocos trabajos de investigación sobre Riotinto, pero parece haber surgido una relación causa-efecto: los investigadores se interesan por nuestro pasado ya que tienen a su disposición todo este material, sobre todo los profesores de las universidades de Huelva y Sevilla", explicó ayer Juan Manuel Pérez López, responsable del Archivo. El documento más antiguo es una Sagrada Biblia, que data de 1771. Pero la mayor parte de ellos están fechados después de 1873, cuando llegó la Riotinto Company Limited a explotar las minas. Esta empresa inglesa trajo a la comarca la primera organización burocrática del trabajo. Han quedado las fichas, con los datos de miles de trabajadores. Son fichas con descripciones personales y profesionales, casi policiales. "Los ingleses se dedicaban a espiar a la gente. Detallaban dónde compraban, con quién salían, ... Hoy conocemos la historia de la lucha sindical en la comarca gracias a los informes realizados por los guardas", aseguró José María Mantecón, director general de la Fundación. En una de las fichas se lee: "Este individuo es acérrimo al sindicato". Otra especifica: "Este hombre declaró en favor del un sindicalista. Que no se le vuelva a dar trabajo jamás". Y en otra: "Cuidado. Es socialista y su conducta juzgada como tal, pésima". La historia de la comarca que conserva este Archivo tiene perfiles de ficción. Los ingleses derribaron en 1916 el pueblo de Riotinto entero, para extraer mineral de su subsuelo. Ahí ha quedado en blanco y negro una fotografía con la voladura de la torre de la iglesia. El pueblo se reconstruyó en la zona de El Valle, donde sigue. Primero se le llamó El Valle, luego adoptó su antigua denominación de Riotinto. Éste es el más importante archivo de empresas mineras existente en España, que se va enriqueciendo con donaciones particulares. También conserva los documentos de otras compañías mineras de la zona, como Concepción, Calañas y Valdelamusa. Las viejas fotografías reflejan mineros en los yacimientos y entre ellos, niños y mujeres. "Antes estas explotaciones proporcionaron más puestos laborales que ahora, pero las condiciones de vida eran pésimas. Tenía que trabajar toda la familia para sobrevivir. El nivel salarial era bajísimo", explicó Pérez López. En Riotinto llegaron a trabajar 14.000 mineros. Ahora sólo quedan 750, en una compañía que se encuentra en manos de los trabajadores, constituida en Sociedad Anónima Laboral, tras haber sido abandonada por las multinacionales, que se llevaron el mejor filón. La empresa se halla actualmente en suspensión de pagos y con un expediente de regulación de empleo abierto. Pero la Fundación Riotinto mira con optimismo al futuro. En 1998 visitaron sus instalaciones 35.000 personas, un 24% más que el año anterior. En la comarca confían que la crisis económica actual sea una más, y que en el futuro quede recogida en un documento de trámite del Archivo.

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