Greenpeace se manifiesta en Barcelona contra el cultivo de maíz transgénico

Varios miembros de la organización ecologista Greenpeace se manifestaron ayer, disfrazados de mazorcas de maíz, delante de las oficinas de la multinacional Novartis de Barcelona para pedir que se retire del mercado el maíz transgénico que la empresa está comercializando en Europa. Los activistas desplegaron una gran vaca hinchable de unos tres metros de altura, y una pancarta en la que se podía leer: "Novartis experimenta transgénicos contigo". El maíz transgénico supone, según Greenpeace, una amenaza para la salud y el medio ambiente por tres motivos: sus genes tienen capacidad para fabricar un insecticida que afecta a especies básicas del ecosistema; contamina el suelo, y crea resistencias en las plagas dañinas. Es tolerante al uso de un herbicida tóxico, lo que amenaza con crear hierbas más resistentes. Pone en peligro la utilidad de una de las familias de antibióticos más utilizadas en terapias animales y humanas como son los betalactámicos, entre los que se cuentan, entre otros, la penicilina G y V, la amoxicilina y la feneticilina.