El primer foro mundial de ciencias de la vida apoya el uso de la biotecnología frente al hambre

ENVIADO ESPECIALBioVisión, el primer foro mundial sobre ciencias de la vida, que ha reunido en Lyón a relevantes científicos, industriales y políticos para examinar los progresos y desafíos de la biología, la biotecnología y sus aplicaciones, concluyó ayer con una urgente llamada de atención a los Gobiernos occidentales, y también a las empresas privadas, para que den prioridad absoluta a la alimentación del Tercer Mundo. En caso contrario, aseguran los expertos, el hambre y las enfermedades se extenderán "en una escala nunca antes experimentada".

BioVisión se celebrará a partir de ahora cada dos años y pretende constituirse, como ha señalado uno de sus impulsores, el ex primer ministro francés y actual alcalde de Lyón, Raymond Barre, en "la conferencia de Davos de las ciencias de la vida". La reunión, que ha contado con activas contribuciones de nueve premios Nobel de las áreas biomédicas, cuenta con el aval de las academias de las ciencias francesa y estadounidense, el Parlamento y la Comisión Europea, la OMS, la FAO, la Unesco y la OCDE, entre otras instituciones.La conferencia ha examinado durante cuatro densas y exhaustivas jornadas los principales frentes actuales de la investigación biológica, incluyendo el proyecto genoma, la clonación y la creación de plantas y animales transgénicos, pero los expertos han preferido centrar sus conclusiones en cuestiones más pegadas a la tierra. Y de éstas, la más acuciante es el hambre.

El 40% de la población mundial (2.500 millones de personas) sufre ahora mismo de malnutrición, y de ellas, 850 millones pasan hambre. La ONU prevé que la población crezca en otros 2.500 millones en los próximos 25 años, mientras que la superficie de suelo cultivable permanecerá estancada en el mejor de los casos.

Comida y tierra

Por todo ello, la nutrición y la disponibilidad de agua serán los primeros factores que afectarán a la salud y a la calidad de vida en el futuro inmediato. El principal desafío será "producir más comida en menos tierra, con menos agua y de forma sostenible" para el medio ambiente, según las conclusiones de Lyón.Aun reconociendo que se trata de una cuestión polémica que requerirá más respeto a los derechos de los consumidores, los expertos no creen que ese objetivo pueda lograrse sin recurrir a la biotecnología, pues sólo con ayuda de las técnicas genéticas y bioquímicas puede incrementarse de manera suficiente el rendimiento de los cultivos y su valor nutritivo. Ni la cantidad de suelo cultivable ni la de agua de riego permitirán una producción suficiente con métodos tradicionales.

Los expertos de Lyón consideran urgente que los países ricos transfieran tecnología biológica -y la formación necesaria para usarla- al Tercer Mundo. En un ámbito más político, recomiendan también aumentar la libertad de comercio de los bienes agrícolas. Y, en un giro económico, aconsejan que los fondos públicos para el desarrollo de las técnicas agrícolas aumenten, en lugar de disminuir como hacen actualmente.

Otro gran campo de discusión en BioVisión ha sido el de la aplicación de las nuevas técnicas biológicas a la prevención, predicción y terapia de las enfermedades, un terreno donde los intereses de la industria farmacéutica y biotecnológica no siempre cuadran con las necesidades reales de la sociedad.

Las conclusiones ponen el énfasis en la necesidad de evaluar mucho mejor la eficacia de los tratamientos que se usan. Los expertos, que aseguran que ésta es una de las principales formas de controlar el aumento del gasto en sanidad de los países, proponen que la evaluación de tratamientos adquiera carta de disciplina académica en los estudios universitarios.

Los expertos de Lyón predicen que los próximos años asistirán a nuevas fusiones de grandes empresas farmacéuticas como las que ya han dado lugar a los gigantes del sector. Pero también prevén que estas grandes corporaciones irán sacudiéndose de encima cada vez más actividades de investigación, lo que irá en beneficio de las empresas de biotecnología, ya que los centros de investigación académicos "no comprenden bien cuáles son los asuntos más relevantes comercialmente".