No hay mucho que temblar
Richard Moore vio bajo la forma de teatro esta novela de Stephen King; y Ricardo Reguant la vio también en esta versión en castellano. Una vez convertida en teatro, yo la veo como novela, y la supongo reconvertida al texto original: pienso leerla. Es una larga situación: un escritor famoso de novelas populares tiene un accidente, cae en manos de una loca que le tiene aislado del mundo y le obliga a escribir una novela para ella.Le tortura, le presiona, le maltrata. No veo que esa angustia traspase el escenario; no me pareció sentirla en los otros espectadores, sobre todo espectadoras (un 85%, de todas las edades), menos aún en la forma de "gran guiñol" que Reguant cree haber conseguido: está lejísimos de aquella tensión. Temo que el lenguaje teatral no desarrolla el caso ni llega a su desenlace con la fuerza con que lo hace habitualmente el lenguaje literario de Stephen King. Los continuos oscuros, la voz en off, las pantallas de televisión, enfrían el hecho teatral; pero no tanto como el hecho en sí, donde el naturalismo de los actores, de la iluminación o de la situación en sí cumplan lo anunciado. Tuve la sensación de que el público fue especialmente sensible al trabajo de dos intérpretes tan acreditados como Beatriz Carvajal y Ramón Langa y que repetidos aplausos se dirigían, sobre todo, a ellos.
"Misery"
Novela de Stephen King, teatralización de Richard Moore, versión de Ricard Reguant. Intérpretes: Beatriz Carvajal y Ramón Langa. Escenografía y vestuario: Josep Massagué. Dirección: Ricard Reguant. Teatro Bellas Artes. Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.