Un apagón en el centro de prensa retrasa el trabajo de la reunión
La imagen de la proverbial eficacia germana se desvaneció ayer durante cerca de dos horas ante los ojos de los más de mil periodistas que cubren esta cumbre europea de Berlín. Un apagón interrumpió a media tarde su trabajo en el improvisado centro de prensa situado en pleno centro de Berlín, frente a la iglesia del Recuerdo (Gedächtniskirche), una preciosa ruina conservada con mimo en memoria de los estragos de la última guerra mundial.La ausencia de luz paralizó ordenadores y fotocopiadoras, aplazó las reuniones de información previstas, y bloqueó las medidas de seguridad, lo que impidió el acceso a la sala de prensa hasta que los servicios de seguridad se hicieron con suficientes detectores de metales manuales para poder filtrar a los periodistas que deseaban entrar en el centro.
Las velas iluminaban alguna sala repleta de parafernalia electrónica en una imagen inusual, a medio camino entre el siglo XIX y el XXI. Los periodistas respiraron tranquilos con el regreso de la luz, temerosos de acabar escribiendo en la calle, y resignados a fallos de organización impropios de un país que detesta la improvisación. La causa del apagón se atribuyó a un fallo en un cable subterráneo y despejó los más insensatos rumores.
