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21 muertos por el incendio en un psiquiátrico al norte de Moscú

Un hospital psiquiátrico de la ciudad de Ustiuzhino, en la región rusa de Vologda, al norte de Moscú, se convirtió al filo de la medianoche del jueves en una trampa mortal en la que un incendio, probablemente causado por un cortocircuito, se llevó por delante la vida de 21 internos, mientras que otros nueve sufrieron graves quemaduras que obligaron a hospitalizarles.El edificio, de madera y construido en 1918, ardió como una tea y con tal rapidez que no dejó opción para que se salvasen enfermos con dificultades para moverse con normalidad o cuyo estado mental no les permitía una reacción adecuada. Al parecer, muchos de ellos estaban sedados. Cuando llegaron los bomberos, el hospital estaba prácticamente consumido por las llamas y fue imposible rescatar con vida a ninguno de los internos atrapados.

El primer ministro ruso, Yevgueni Primakov, ha ordenado la creación de una comisión que investigue las circunstancias que hicieron posible la catástrofe. Estará presidida por el ministro de Sanidad, Vladímir Starodubov. Por su parte, el gobernador de la región ha declarado tres días de luto, un plazo durante el cual quedan suspendidos todos los espectáculos públicos. Las difíciles circunstancias económicas por las que atraviesa Rusia han disminuido, hasta extremos alarmantes, las medidas de seguridad, ya sea contra incendios como contra explosiones y derrumbamientos en las minas, por poner dos de las principales causas de accidentes.

Incendido provocado

El pasado 10 de febrero, el edificio que albergaba el cuartel general de la policía de Samara, en la región del Volga, al sur de Moscú, fue también pasto de las llamas, con el resultado de 57 muertos y cerca de 100 heridos, la mayoría de ellos agentes. La comisión investigadora creada al efecto aún no ha llegado a conclusiones definitivas, pero hay fuertes sospechas de que se trató de un atentado criminal destinado a destruir los archivos de importantes casos de corrupción y actividades mafiosas. Eso fue al menos lo que el fuego se llevó consigo, además de un puñado de vidas.

En tiempos soviéticos, los hospitales psiquiátricos fueron utilizados con frecuencia como cárceles en las que poner fuera de la circulación a los disidentes políticos. Con la descomposición de la Unión Soviética, los problemas para este tipo de centros proceden, sin embargo, de la carencia crónica de medios, que se extiende a la totalidad del sistema sanitario ruso. Aunque la asistencia médica sigue siendo teóricamente gratuita, en la práctica no está garantizada si no hay dinero por medio. Especialmente grave es la situación de los hospitales, donde los pacientes tienen que llevar con frecuencia desde medicinas, a jeringuillas o ropa de cama.

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