Pedreño espera lograr 10.000 millones de fondos europeos para el parque científico de Alicante. Colaboración empresarial

Los promotores del parque científico proyectado por la Universidad de Alicante ya han comenzado a trabajar para conseguir financiación pública y garantizar el desarrollo de la primera fase durante los próximos cinco años. Los técnicos del centro académico han ultimado 40 proyectos de investigación punta que se ajustan a dos programas específicos de ayudas europeas, que son susceptibles de ser subvencionados por Bruselas con 10.000 millones de pesetas, según sus previsiones. La Universidad que dirige Andrés Pedreño reclama la "necesaria colaboración" del Ayuntamiento y del Consell, aunque cree que la aportación económica de estas instituciones será "escasa y simbólica".

El catedrático Juan Manuel Pérez, coordinador del proyecto del Parque Científico del Mediterráneo (Medpark), adelanta que, en su primera fase, el parque científico se nutriría de fondos Feder, avalados por la Unión Europea para incentivar el desarrollo y los programas de colaboración entre el mundo empresarial y el académico. El objetivo de esas subvenciones públicas es, entre otros, abrir nuevas líneas de investigación. La principal aportación de fondos europeos llegará, sin embargo, como resultado de la entrada en vigor, en el 2000, del 5º Programa Marco Comunitario, que inicialmente dispone de un presupuesto de dos billones de pesetas. "Calculamos que en los próximos cinco años podremos obtener unos 10.000 millones de pesetas para ejecutar la primera fase del proyecto", señala Pérez. El profesor explica que una parte de esos fondos se destinará a la construcción de edificios de investigación, laboratorios y departamentos. El resto de la aportación europea servirá para costear los equipos de investigación, integrados por personal docente de la propia Universidad. Con todo, la mayor parte de la financiación del parque científico llegará de la iniciativa privada. Serán las empresas de sectores productivos punteros en la Comunidad y firmas comerciales que apuesten por abrir departamentos en el campus, las que completarán su desarrollo definitivo. El coordinador del proyecto parte de la base de que la UE colaborará porque "España no recupera los fondos europeos que le correspondería" en concepto de investigación. "Nos encontramos en la era del conocimiento y la inteligencia, y el desarrollo de las universidades debe estar directamente relacionado con el de las empresas", explica. Pérez aclara que para la primera fase del proyecto es "fundamental" la aportación comunitaria. "Es importante que colaboren las administraciones local y autonómica, pero hemos pensado que la mayor parte de la inversión debe ser comunitaria, y de esta manera tanto el Consell como el Ayuntamiento de Alicante quedarán en un segundo plano", el del proceso administrativo de disposición de terrenos, concesión de licencias y urbanización de parcelas.En la historia reciente de los parques científicos tecnológicos de España, que cuenta con 17, se observan dos etapas diferenciadas: la década de los sesenta, cuando fueron proyectados los primeros parques desde la Administración para fomentar el desarrollo empresarial, y la recta final del siglo, en la que ha cambiado la filosofía de colaboración y son ahora los centros académicos los que aportan desarrollo socioeconómico en su entorno. Felipe Romamera, presidente de la Asociación Española de Parques Científicos y Tecnológicos, sitúa como ejemplos de este último caso los proyectos de Barcelona y Alicante, que atraen hacia sus campus los centros de investigación industrial y empresarial. El catedrático Juan Manuel Pérez señala que la colaboración del mundo empresarial en estas iniciativas es "fundamental". "Tenemos más que la simple impresión de que nuestro proyecto será aceptado por las primeras firmas valencianas y multinacionales", apunta. En el diseño de un área de excelencia investigadora vinculada a seis áreas de conocimiento, desde las ciencias experimentales hasta las humanidades, está la clave.