La renuncia del delegado de la ONU dificulta el plan de paz en el Sáhara

El diplomático estadounidense Charles Dunbar, que el secretario general de la ONU, Kofi Annan, había nombrado como representante especial de Naciones Unidas para el Sáhara occidental, ha renunciado a su cargo "por razones personales". Pero, según fuentes diplomáticas occidentales, su dimisión, que será efectiva a partir de finales del mes en curso, ha obedecido a la negativa de Marruecos a aceptar las últimas propuestas presentadas por Annan.

Dunbar fue propuesto en diciembre de 1997 por Annan para sacar adelante el plan de paz de la ONU para el Sáhara en sustitución del británico Erik Jensen, que ocupaba el cargo de manera provisional. El diplomático norteamericano aceptó la misión con carácter temporal, en función de "la viabilidad del proceso de paz" en la antigua colonia española. Su dimisión, dos semanas antes de que expirase el actual mandato de la Misión de Naciones Unidas para el Referédum del Sáhara Occidental (Minurso), abre una crisis de consecuencias imprevisibles en el conflicto del Sáhara, que enfrenta desde hace un cuarto de siglo a Marruecos y al Frente Polisario por la soberanía del territorio.Fuentes diplomáticas de la ONU aseguran que el secretario general ya ha informado tanto a Rabat como al Polisario de la renuncia de Dunbar. Por el momento no se baraja ningún nombre para sustituir al veterano diplomático. Dunbar parecía la persona idónea para sacar adelante los acuerdos de Houston, firmados en el verano de 1997 entre las dos partes con la mediación del exsecretario de Estado norteamericano James Baker. Anteriormente había ocupado cargos diplomáticos norteamericanos como jefe de misión en Yemen y encargado de negocios en Afganistán.

Sorpresa y crisis

La noticia de la renuncia de Dunbar ha causado gran sorpresa en medios diplomáticos de Marruecos, que daban por hecha su confirmación al frente de la Minurso, y ha abierto un periodo calificado como crítico por expertos occidentales. Según la lectura más pesimista sobre su dimisión, el actual proceso de paz "no es viable" y obligaría a replantear de los propios acuerdos firmados en Houston. "Dunbar no ha podido superar el escollo de la divergencia surgida entre Marruecos y el Polisario acerca de la identificación del cuerpo electoral para el referéndum propuesto por la ONU en el Sáhara", y que ambas partes declaran aceptar, según estiman fuentes diplomáticas en la capital de Marruecos. Hasta el momento, han sido identificados 145.000 candidatos de los que la ONU habría confirmado a menos de 100.000 como votantes. Marruecos pretende incluir a otros 65.000 electores, que son rechazados por el Polisario al considerar que no son saharauis. Ante la imposibilidad de desbloquear el proceso de identificación, Dunbar habría tirado la toalla.

El secretario general de la ONU debe presentar el próximo día 22 un nuevo informe sobre el Sáhara ante el Consejo de Seguridad. Fuentes de Naciones Unidas consideran que la dimisión de Dunbar no alterará el informe de Annan, que ya sido elaborado en sus grandes líneas. Sin embargo, los miembros del Consejo tendrán que hacer frente a un previsible "replanteamiento" del papel de la Minurso. La negativa de Marruecos a aceptar las nuevas propuestas de Annan para el Sáhara, formuladas en diciembre pasado y aceptadas en bloque por el Polisario, podría ser la gota que ha desbordado el vaso de la paciencia de Dunbar. Rabat ha venido pidiendo "aclaraciones" constantes sobre dichas propuestas desde hace tres meses, y, según fuentes marroquíes, sólo se aceptaría el paquete Annan "con ciertas condiciones".